Contra los elementos

Mario González
-

Usted no, me pongo a los pies de todos y cada uno de los lectores de este diario. Pero seguro que usted sí, conoce, y soporta, a más de cuatro elementos. De esos que gracias a sus excelsos conocimientos taurinos pueden desahogarse con los profesionales y abuchear al picador a los dos segundos de empezar su tajo. Pitar como si esto fuera Madrid para después pedir orejas como si esto fuera Móstoles. Esos elementos que, supongo, insatisfechos por las numerosas suspensiones de la Banda Municipal en San Francisco, piden que la música suene incluso cuando salen las mulillas, no vaya a ser que quieran bailar Piaffe. De esos que provocan que los olés más fuertes de la tarde se disparen tras el solo de Nerva y no con lo que ocurre en el albero. Menos mal que con el cierraplaza Juan del Álamo, contra los elementos, provocó un estruendo en la plaza. El toro de Bañuelos tuvo son y el salmantino firmó la que será una de las faenas del ciclo. ¡Cuántas alegrías han dado las sustituciones los últimos años en Palencia! Por culpa de las ingratas cornadas hemos disfrutado de Urdiales, del Álamo o Jiménez Fortes, un cartel para los mejores paladares. Por cierto, casi tres horas de festejo y la iluminación de Campos Góticos haciendo sombra a la de La Balastera. ¿Hemos oído en Palencia hablar de eficiencia energética o es que sólo vemos a Antonio Resines en la Plaza de Toros?