Romà Bas, uno de los nuevos jugadores de la plantilla del Quesos Cerrato Palencia, con el que apenas ha completado unos pocos entrenamientos al inicio de la preparación, se perderá toda la temporada por la tan temida rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha.
En la jornada del jueves se desplazaba a Majadahonda para ser explorado por el médico especialista de la Mutualidad y las noticias eran malas: deberá pasar por el quirófano, lo que supone seis meses de baja para recuperarse, al menos. Eso significa que dice «prácticamente» adiós a la temporada, como confirmaba el presidente y médico del club palentino, Gonzalo Ibáñez.
Como añadía, «aunque la evolución era buena después de lesionarse, considerando que es un deportista de alto nivel, le dijeron que es mejor operar». De manera que le «colocarán una plastia en el cruzado anterior», explicaba Ibáñez.
Así, será complicado, aunque nunca puede asegurarse con total rotundidad pues dependerá de cómo evolucione su recuperación tras ser operado, que los aficionados palentinos puedan disfrutar este curso de la calidad de un gran jugador como Bas. Aunque habrá que esperar seis meses para ver cómo se encuentra puesto que cada cuerpo reacciona y se recupera de un modo diferente y no hay un periodo de convalecencia exacto para dos lesiones similares. La liga regular acaba dentro de siete meses, el 17 de abril. Y el play-off de ascenso se desarrollará entre el 24 de abril y el 2 de junio (un hipotético quinto encuentro de la final). Tiempo al tiempo.
REESTRUCTURAR. El mismo presidente morado reconocía que este duro revés obligará al club a replantearse la situación económica y deportivamente hablando.
Deberán hacer cuentas y observar el rendimiento de sus cuatro exteriores para ver cual es la composición definitiva de su plantilla. Hay que recordar que Cortaberría (la referencia exterior) está lesionado, Quinn McDowell acaba de firmar tras su periodo de prueba, Gabe Rogers aún es una incógnita y Rafa Huertas tiene un contrato temporal (un mes).
CORTABERRÍA. Precisamente el estado físico del alero procedente del Guipuzcoa Básket es la otra incógnita del equipo palentino, tras lesionarse en el primero amistoso de la pretemporada ante el Navarra en el duelo celebrado en Estella.
Tal y como comentaba Gonzalo Ibáñez, al menos le quedarán entre ocho y diez días para estar recuperado. Teniendo en cuenta las fechas, su participación en la Copa Castilla y León (que se disputa el viernes y el sábado próximos) está prácticamente descartada. Lo importante es que llegue en perfectas condiciones al inicio liguero.