El precandidato a la Secretaría General del PSCyL Julio Villarrubia se mostró ayer convencido de que su proyecto político tendrá el próximo día 4 de octubre el respaldo mayoritario de los militantes del PSCyL, y anunció que aunque hay «cuestiones discutibles de forma» no impugnara ninguno de los avales logrados por Luis Tudanca. En declaraciones a la agencia Ical, dijo que «ganar en avales o no es sólo un dato. Nada tiene que ver, sobretodo en algunas provincias, la diferencia entre avales y la realidad de los votos.

Villarrubia expuso que a pesar de presentar menos avales que su rival en las primarias tiene «muy buenas vibraciones», hasta el punto de estar seguro de que su proyecto político «va a tener un respaldo mayoritario» de los militantes del PSOE, llamados a votar el próximo 4 de octubre. «Estoy encontrando esperanza, ilusión y mucho cariño de verdad, que es lo que más me compensa. Lo demás será lo que digan los militantes en las urnas», declaró ayer antes de participar en un acto junto a compañeros de partido en la localidad vallisoletana de Portillo, donde remarcó que si gana las elecciones internas el día 5 de octubre habrá «un proyecto fuerte», advirtiendo de ello a los populares: «Que se prepare el Partido Popular que vamos a por ellos».

Preguntado por su visita de hoy a León, donde Tudanca casi le dobla en avales, Villarrubia se mostró optimista. «No voy a arañar votos. Voy a estar con los compañeros como he estado siempre, y voy a seguir recorriendo la Comunidad como he venido haciendo en estos dos años, en los que ya acumulo más de 200.000 kilómetros, algo que no es ningún mérito y sí una obligación».

Toro de la Vega. Sobre las críticas del alcalde de Tordesillas, José Antonio González Poncela, al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en las que aseguraba que antes de llamar a Sálvame le debería haber llamado a él, Villarrubia insistió en la necesidad de encontrar un consenso. Tras reconocer su aprecio a González Poncela, aseguró que hay que hacer un esfuerzo de entendimiento entre los defensores y los detractores de esta tradición. «Hay cosas que siempre pueden ser revisadas. Yo no soy taurino, pero las visceralidades y los duros enfrentamientos hay que intentar evitarlos. Voy a intentar aportar sentido común y ayudar a que se siente las partes para que, aunque no sea fácil, el próximo año se suavice la polémica y buscar algún tipo de solución revisando lo que debe ser el espectáculo».