Más seguridad y mayor tranquilidad, tanto para el consumidor como para los profesionales de farmacia. Eso es lo que se pretende, entre otras cuestiones, con el reglamento europeo que entró en vigor el pasado sábado 9 de febrero y que determina las obligaciones de los fabricantes, los mayoristas y los farmacéuticos a la hora de garantizar que los medicamentos dispensados a los pacientes sean auténticos. 
Así, todas las oficinas de farmacia de la provincia están preparadas con el Sistema Español de Verificación (SEVeM), creado para luchar contra la falsificación de fármacos.
De esta manera, el procedimiento formal pasa porque los farmacéuticos tendrán que autenticar el medicamento en el momento de la dispensación del fármaco al paciente mediante el escaneo del código incluido en cada envase. El profesional se conecta así al repositorio nacional para verificar que el producto que llega al paciente es el mismo que salió desde el laboratorio fabricante.  A ello se suma que deben comprobar que el dispositivo de seguridad antimanipulación no ha sido quebrantado para una mayor garantía para los pacientes.
Se trata de identificar de manera unitaria los medicamentos. «Cuando el profesional se conecte a la base de datos en la que se incluyen todos los medicamentos que se comercializan en España y compruebe es que auténtico, puede proceder a su dispensación», explica el presidente del colegio de Farmacéuticos de Palencia, José Luis Nágera.

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