Iñaki Miramón: «Cuando leí el texto, pensé que era una delicia, porque lo tiene todo»

Víctor Guerra
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Teatro, cine y ficción televisiva, además de la escultura como afición, son las áreas que componen el currículum de Iñaki Miramón. Una de las caras más conocidas de la pequeña pantalla, que ahora se encuentra de gira con De mutuo desacuerdo, junto a su compañera de reparto Toni Acosta. Esta obra dirigida por Quino Falero sobre un texto de Fernando J. López llega hoy a las tablas del Ortega en dos funciones, 20,30 y 23 horas, con la intención de entretener, divertir y provocar una reflexión en el público palentino sobre un tema tan actual como el divorcio.
¿Cómo es el personaje que interpreta en De muto desacuerdo?
Es un tipo normal, muy dedicado al trabajo. Un personaje que es muy habitual dentro de la sociedad actual, que tampoco tiene peculiaridades excéntricas. Lo encuentro como un padre cualquiera u hombre cualquiera, muy de esta época.
¿Qué podrá encontrar el público palentino en este montaje teatral?
Sobre todo es una comedia y la gente se lo va a pasar muy bien, se van a reír mucho, pero detrás de esta comedia hay dos personajes que defienden su postura, una veces con más razón que otras. 
Digamos que son dos personajes entendibles en una sociedad en la que hay muchos divorciados. Antes esto no pasaba, pero ahora todos conocemos a alguien que está divorciado, ya sea un primo, un amigo, una vecina...
Está visto desde la comedia pero permite analizar la situación real de las parejas divorciadas.
Quizá en teatro haya pocos montajes que traten el tema de los divorcios
Sí, en teatro no se han hecho funciones así. Por contra, en cine me vienen a la cabeza varias historias como Kramer contra Kramer u otras, pero en teatro hay pocas que aborden el tema. 
Además, cuando leí el texto me pareció un tratamiento muy acertado, sobre todo, por cómo se enfoca, se trata y cómo entiende las dos partes el autor en una historia donde esas dos partes defienden su terreno sin menospreciar al otro.
Hablaba del texto. ¿Qué sintió cuando leyó la propuesta de Fernando J. López?
La que primero lo leyó fue Toni Acosta, que se lo dio el director, Quino Falero, que había trabajado ya con Fernando y cuando yo lo leí pensé que era una delicia, porque lo tiene todo. Hay momentos más delicados en cuanto a sentimientos, porque en esta contradicción los dos son quebradizos en cuanto a sentimientos. Son personajes muy reales y eso es lo que me gustó.
 Además, justo en este momento estábamos Toni y yo trabajando en Con el culo al aire y cuando lo leí pensé que era un bombón de historia.
Forma con su compañera de reparto, Toni Acosta, una pareja consolidada ya en la ficción. ¿Cómo es trabajar con  ella?
Con Toni es una gozada trabajar, es una actriz maravillosa, comprometida con su trabajo y es una persona excepcional.
 Ahora vuelvo a coincidir con ella en Gym Tony, que hace unos días comenzaron a emitirse los capítulos nuevos de la gente que nos acabamos de  incorporar a la serie de Cuatro.
Yo estoy muy contento de estar de nuevo con ella, aunque esta vez no tenemos mucha coincidencia. 
Aquí ella vive su matrimonio con Daniel Muriel y yo encarno a un soltero, divorciado, que sigue teniendo en mente a su ex mujer.
¿Hay algún otro proyecto nuevo, demás de Gym Tony?
Ahora estoy con el teatro hasta diciembre que ya termina la gira. Y estoy muy centrado en la serie para llegar a un personaje más concreto, hablarlo con los directores y muy ocupado.
Le propongo que  haga un invitación al público para que acuda al Teatro Ortega.
Les invito pasárselo bien con nosotros y a reflexionar, porque es un montaje teatral que da que pensar. Invita a charlar y debatir con familiar, amigos o con la pareja.
 Además de esto, tengo que decir que Palencia es un ciudad preciosa.