El primer partido del Cristo Atlético tras la destitución de Pablo Huerga se saldó con una merecida derrota en Segovia, donde prolongó su mal momento con una actuación plagada de errores.
En su estreno al frente del banquillo, Rubén Gala apostó por un 4-4-2 con Adriá, Viti, Kike y Blanco como principales novedades respecto a la derrota de la semana anterior contra el Tordesillas. Y la puesta en escena de su equipo fue aceptable e incluso pudo adelantarse con un cabezazo de Ramón que se fue por encima del larguero por poco. Sin embargo, las cosas no tardaron en torcerse. El propio Ramón estuvo renqueante por culpa de unas molestias durante varios minutos y fallos imperdonables condenaron ya al Cristo en los primeros 45 minutos.

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