La UE insta a los Estados a pactar el reparto de 40.0000 refugiados

Agencias
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Bruselas insiste en llegar a un acuerdo que calme la crisis migratoria que sufre el Viejo Continente, mientras el Reino Unido se niega a acoger a más 'ilegales' en su territorio

 
 
La crisis migratoria en Europa continúa tiñendo al Viejo Continente de luto ante las masivas llegadas de refugiados que buscan una vida mejor que la que tienen en sus países de origen y que, en muchos casos, mueren en el intento. Otros logran alcanzar tierra firme, pero ven frenadas sus esperanzas en estaciones de tren donde no les permiten viajar hacia el territorio soñado. Ante esta situación, la Comisión Europea insistió ayer en sus propuestas para avanzar en una política común, que se comprometió a acelerar, y recordó que su propuesta para el reparto de 40.000 refugiados de Italia y Grecia «todavía está pendiente» de materializar, por lo que instó a los Estados miembros a que lleguen a un acuerdo para «reubicar» a estas personas «en necesidad de protección internacional en un continente de 500 millones de habitantes».
El Ejecutivo comunitario pidió no entrar en «un juego de culpas» entre los países por la responsabilidad de la crisis migratoria y manifestó que «lo importante es trabajar juntos para una solución». «El momento está maduro y todo lo que se precisa para una solución ya está ahí», manifestó un portavoz de Bruselas en relación a las propuestas planteadas por la Comisión el pasado mayo y que «algunos parece que solo descubren ahora».
Sin embargo, a pesar de este llamamiento, algunas naciones, como el Reino Unido, se mantuvieron firmes y el primer ministro británico, David Cameron, rechazó aceptar más irregulares. «Hemos acogido a una serie de verdaderos solicitantes de asilo de los campamentos de refugiados sirios», indicó, para agregar que «creemos que lo más importante es intentar llevar la paz y la estabilidad a esa parte del mundo». «No creo que sea algo que pueda lograrse adoptando cada vez a más refugiados», remarcó.
El país anglosajón se vio nuevamente afectado por el bloqueo de decenas de inmigrantes en el Canal de la Mancha, uno de los epicentros este verano de los disturbios de los sin papeles con las autoridades en el paso fronterizo francés de Calais.
Otro de los escenarios de controversia es Budapest, donde, nuevamente, miles de refugiados pasaron la noche en difíciles condiciones en los alrededores de la estación del Este de la capital a la espera de poder coger un tren con destino a Austria o Alemania.
Precisamente, en el primero de esos países fue interceptado un camión que trasladaba a 24 afganos en un compartimento que tenía soldadas las puertas y las ventanas. Todos ellos fueron rescatados en perfecto estado de salud.
Más dramática fue la situación que se vivió en el Mediterráneo, donde al menos 11 personas, al parecer de nacionalidad siria, perdieron la vida ahogados después de que dos embarcaciones se hundieran tras partir del suroeste de Turquía hacia la isla griega de Kos.
Según las autoridades helenas, un bote con 16 refugiados naufragó tras partir de la zona de Akyalar y siete personas murieron. En la otra nave viajaban tres niños y una mujer, que fallecieron en su intento por llegar a Europa.