Si tiene por costumbre asistir a la Misa Crismal que cada Martes Santo se celebra en la Catedral de Palencia, este año se habrá percatado de la escasa presencia de sacerdotes sobre el escenario, arropando al obispo de la Diócesis, Esteban Escudero, durante la renovación de las promesas sacerdotales y la consagración del Santo Crisma y bendición de los Santos Óleos.

Una ausencia que ha extrañado a más de un feligrés, sobre todo al ver que se colocó a los sacerdotes palentinos en los flancos del escenario, lo que ha generado, por qué no decirlo, algún comentario malintencionado sobre el protagonismo del obispo.

Pero nada más lejos de la realidad. La causa por la que la presencia de sacerdotes sobre el escenario se ha reducido al mínimo indispensable es la existencia de problemas estructurales que hacen temer que se venga abajo en cualquier momento. Apenas es un metro de altura pero nadie quiere ver a la curia palentina por los suelos en celebraciones tan señaladascomo la Semana Santa, Las Candelas o San Antolín.

Según ha podido saber este periódico, desde el Cabildo de la Catedral se ha pedido al Ayuntamiento que valore el estado del escenario. El resultado del estudio de los técnicos municipales es que la estructura tiene problemas, y el consejo es que no se sobrecargue de peso si no quieren comprobar cómo se viene abajo en medio de un oficio religioso.

Este escenario lleva más de una década instalado y acoge las ceremonias más importantes. No es propiedad del Ayuntamiento, pero la Institución ha querido colaborar con el Cabildo y se ha puesto a su disposición para ayudar en todo lo posible.

Por ahora, además del consejo, el Consistorio ha mandado valorar lo que costaría la madera necesaria para arreglar el problema por si fuese necesario echar una mano y el Cabildo solicitase la ayuda municipal.

De momento, no ha habido petición formal así que bastará con tener cuidado y no sobrecargar de peso la estructura. Una solución transitoria, no obstante.