En 2013 hubo 51 sanciones por fumar en sitios no autorizados

Elena Villamediana
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Incremento. Desde la entrada en vigor de la Ley Antitabaco en 2011 se han multiplicado los expedientes abiertos

La entrada en vigor de la Ley Antitabaco ha tenido una consecuencia directa en la reducción en las ventas de paquetes de tabaco. - Foto: Óscar Navarro

El 2 de enero de 2011 entró en vigor la Ley Antitabaco que recogía, entre otros aspectos, la prohibición de fumar en bares y restaurantes, centros de trabajo y en las proximidades de centros educativos, recintos de dependencias sanitarias y parques infantiles.

Desde que se puso en marcha esta normativa las sanciones han ido en aumento y en 2013 han superado en Palencia el medio centenar, según los datos facilitados por la Junta de Castilla y León.

En 2011, coincidiendo con la  aplicación de la nueva Ley, se redoblaron los esfuerzos de la Administración Regional para hacer cumplir la normativa. Entonces de las 458 inspecciones realizadas en toda la provincia se incoaron 38 expedientes, ese mismo año se resolvieron 10 con sanciones, lo que supone que el 26 por ciento de los resueltos ese año conllevaron sanción.

En 2012 el número de expedientes se puede decir que se mantuvo respecto al año anterior puesto que se alcanzó la cifra de 37, de ellos cuatro fueron archivados, sobresíedos o caducaron. Además, durante 2012 se resolvieron 14 expedientes sancionadores iniciados en 2011.

El pasado ejercicio, 2013, es cuando se disparan las cifras, ya que a tenor de los datos facilitados desde la Administración Regional, en Palencia se incoaron 60 expedientes por  fumar en lugares prohibidos o permitir hacerlo en establecimientos en los que está prohibido. De esos 60 se han resuelto 53, con sanciones en 51 casos y dos fueron sobreseídos.

En la actualidad hay siete en fase de instrucción (del año 2013) que se resolverán en breve, de la misma manera que del año 2012, nueve expedientes se resolvieron en 2013.

En cuanto a las sanciones, la Ley contempla para el fumador la sanción de 30 euros. Sólo en caso de ser reincidente (hasta tres veces, entrará en la consideración de grave con multa económica de entre 601-10.000 euros). Para el local la sanción se considera grave por «permitir fumar en los lugares en que exista prohibición, o fuera de las zonas habilitadas al efecto», según recoge la normativa. Por lo que la multa será grave para el local con una sanción económica entre los 601-10.000 euros.

En el caso de las multas impuestas en Palencia durante 2013 estuvieron entre los 30 y los 631 euros, según se informa desde la Junta de Castilla y León.

Los encargados de controlar el cumplimiento de la normativa pertenecen a los Servicios Inspectores Oficiales de Salud Pública  que comprende a dos colectivos, por un lado el de Veterinarios que en la provincia cuenta con 27 inspectores y el de Farmacéuticos, con 17. Entre las muchas funciones que  tienen encomendadas, está también verificar el cumplimiento de la ley del tabaco.

MENOS CIGARRILLOS. Frente al incremento de los expedientes se ha registrado un descenso en la venta de cigarrillos desde la entrada en vigor de la Ley Antitabaco.

Las estadísticas del Comisionado para el Mercado de Tabacos, dependiente del Ministerio de Hacienda, reflejan el incremento entre 2012 y 2013 registrado en el tabaco de liar de más del 14,3 por ciento, al igual que suben los cigarros puros (un 5,9 por ciento). Los cigarrillos caen un 9,9 por ciento y también el tabaco para pipa.

Si se atiende a los datos de los cigarrillos se observa que en el año 2010 se vendieron 13,7 millones de cajetillas en la provincia de Palencia y, desde entonces  ha ido descendiendo, si bien es cierto que la caída más importante se produjo en 2011 (primer año de la entrada en vigor de la normativa) y posteriormente, la caída ha sido más sostenida hasta llegar a los 9,2 millones de paquetes vendidos el pasado año. La comparativa entre 2010 y 2013 refleja una caída en la compra de más del 30 por ciento.

Esta caída tiene una directa repercusión económica. La venta de cajetillas de cigarrillos en Palencia en el año 2010 supuso un ingreso en las arcas de los estanqueros demás 45,7 millones de euros. Tres años después y a pesar del incremento en los precios del tabaco, se registró una caída de casi seis millones de euros, puesto que en 2013 se recaudaron 39,8 millones de euros.

A pesar del incremento que se ha registrado en las ventas de otro tipo de tabaco como el de liar o el cigarro puro, el montante económico no llega a compensar las pérdidas de los cigarrillos.

 Manuel Arroyo (pte. Asosiación de Estanqueros)

«La crisis se nota más en hostelería»

El presidente de la Asociación de Estanqueros de Palencia, Manuel Arroyo, explica que se registró un importante descenso en la venta de cigarrillos con la normativa pero ahora se mantienen las ventas. Frente a esta caída hay un incremento «muy importante» del tabaco de liar, señala Arroyo, aunque a nivel económico no llega a compensar «porque, aunque la venta del tabaco de liar conlleva también el papel y los filtros, también supone fumar menos». El presidente del colectivo de estanqueros se muestra a la expectativa de la normativa que vaya a regular los cigarrillos electrónicos y recuerda que en países de la Unión Europea como Alemania su venta se ha limitado únicamente a los estancos, si se aplicase la misma regulación en España no cabe duda de que ayudaría a estos establecimientos a remontar la crisis. Arroyo reconoce no obstante que los estanqueros no son los que se han llevado la peor parte por la  Ley Antitabaco. «Todos lo hemos notado pero ha incidido más en el sector de la hostelería» y añade que, bajo su punto de vista «lo lógico es que la ley se hubiera quedado como estaba antes de la última reforma».

 

José Antonio León (pte. AEHP)

«La gente se ha ido concienciando»

El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Palencia, José Antonio León, explica que el consumidor «quiera o no quiera se ha ido concienciando de que no puede fumar en los bares». Sin embargo, lamenta que la modificación que se hizo porque la anterior reforma daba libertad a los bares de menos de 100 metros cuadrados a elegir si permitía o no fumar y a los que superaban esta superficie obligaba a instalar una mampara separadora. «Muchos empresarios hicieron una inversión para realizar la división y no la pudieron amortizar, no sirvió para nada», indica, aunque en Palencia solo dos bares apostaron por la instalación de la mampara. Por otro lado, recuerda los inconvenientes que conlleva la prohibición total de fumar en los bares. «Ahora se ha creado otro conflicto porque los clientes salen a la calle para fumar y genera molestias a los vecinos pero no es responsabilidad del hostelero», indica. Para el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería la normativa ha conllevado pérdidas económicas, a pesar de que la gente se haya acostumbrado, «y estamos hablando de un sector pilar en la economía española».

 

Jesús Herrero (pte. AGHP)

«La ley llegó en el peor momento»

El presidente de la Asociación General de Hostelería -integrante de la CPOE-, Jesús Herrero, reconoce que la puesta en marcha de la reforma de la Ley Antitabaco llegó «en el peor momento para el sector», puesto que el país ya estaba inmerso en la crisis económica y la hostelería había sufrido sus consecuencias, pero destaca que «hoy en día nos sigue afectando». Herrero asegura que el cliente se ha adaptado a la normativa «pero porque tampoco te queda otro remedio» y añade que se observa que la gente fuma menos, «ya no sale tanto a la calle como antes», sin duda en Palencia influye el hecho de la climatología, ya que el frío de los meses de otoño e invierno no invitan a salir a la calle para fumar. El presidente de la Asociación General de Hostelería prefería la anterior normativa «ahí cada uno decidía y el hecho de que a la hostelería le beneficia que se fume en los bares es que en Palencia casi ningún establecimiento prohibió que se fumara». Para Herrero la decisión adoptada por el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero «fue una metedura de mata» y reclama a las distintas Administraciones «que dejen de preocuparse tanto por prohibir cosas».