Un espacio en el que distintas generaciones disfrutan entre sí, al tiempo que se plantean la vida, la fe y el compromiso.
Esa podría ser una definición de lo que se vive en la parroquia de San Antonio de la capital, que todos los años aprovecha el mes de marzo para celebrar actividades especiales dentro de las labores que realiza la comunidad cristiana.
Todo el barrio demostró ayer, un año más, que forma parte de una parroquia viva. «Todos los colectivos estamos muy unidos y formamos una gran comunidad con las puertas abiertas a los demás», destacó el vicario parroquial Pedro Brouilhet Fernández.
La jornada comenzó con una eucaristía a las 12, tras la que los vecinos del barrio compartieron la tapa solidaria, una iniciativa en la que participaron numerosos establecimientos de la zona y vecinos que se implicaron en la elaboración de las tapas que se vendieron por un euro.
El Grupo de Danzas Tello Téllez puso la guinda musical a la mañana.
El momento más esperado llegó por la tarde, cuando la parroquia de San Antonio comenzó a llenarse de vecinos y visitantes interesados en disfrutar de un teatro solidario en el que participaron más de 120 actores.
Pequeños y mayores mostraron sus dotes artísticas y llenaron de humor y diversión un templo que se quedó pequeño para acoger a las cientos de personas que se dieron cita.
Los vecinos más veteranos pusieron en escena una adaptación del programa televisivo Cine de barrio, acoplando los diálogos, las conversaciones y las secuencias a problemas, vivencias y realidades de San Antonio y de la ciudad en general.
Sobre el escenario se pudo ver a Fernando Fernán Gómez, Rafaela Aparicio, Florinda Chico, Paco Martínez Soria, Manolo Escobar o Lina Morgan, que animaron con sus escenas de distintas películas al público asistente a la gala. Las chicas de la Cruz Roja, ¡Cómo está el servicio! y Ocho apellidos palentinos arrancaron numerosos aplausos e hicieron disfrutar de la tarde.
Por su parte, los adolescentes aprovecharon este encuentro para poner en escena Digan lo que digan, una adaptación de El Conde Lucanor.
dotes. Los más pequeños realizaron un canto a la solidaridad en época de crisis y con Una historia de razones lograron meterse en el bolsillo a un público entregado y que supo sacar sentido a cada una de las interpretaciones de los niños. Varios jóvenes de la parroquia mostraron también sus dotes artísticas con el monólogo y otro aprovechó para hacer trucos de magia.
La recaudación de esta intensa jornada solidaria se destinará a dos causas. Por una parte, se ayudará a las familias más necesitadas del barrio y que están atravesando malos momentos, al tiempo que una parte se empleará en el proyecto de cooperación que está desarrollando el misionero palentino Raúl Becerril en la República Dominicana.