«Lo que cuesta en Palencia es romper el hielo, la rutina. Ojalá haya más jornadas como ésta». Son las palabras de Olivia, de Pepita Pérez, ante una pesada mesa llena de prendas en la calle Panaderas. «No sabes lo que nos ha costado sacarla, volverla a meter a la hora de comer, y sacarla de nuevo. Pero lo teníamos que hacer. Cuesta, pero hay que moverse y tirar para adelante», afirmaba uniendo la referencia a la mesa y al comercio en general.
Lo cierto es que la participación en la llamada Fiesta del Comercio en la calle, no fue masiva. Apenas una veintena de comercios en el centro de la ciudad, en la Calle Mayor, las adyacentes y alguna avenida, verdadero mercurio de la temperatura comercial de Palencia. Sin embargo, los que dieron el paso se mostraban a media tarde de ayer más que satisfechos. «Debería haber más días así, en los que poder sacar la mercancía a la calle. Mejor incluso que la Shopping Night, en la que la gente viene, pero más por los espectáculos y por ver los descuentos que por comprar», afirmaba Carmen, de Solo Carmen en la Calle Mayor.
Elsa, a la puerta de Cres, ratificaba lo dicho por su compañera de sector. «Me parece fenomenal. Y las ventas han estado bien».
Y es que como señalaba Rosa, de Tris, «la gente lo tiene en la calle, y lo ve de otra forma, más relajada. Y el resultado, perfecto. Hemos vendido cosas que, seguramente, si no estuvieran en la calle, no hubieran salido, porque son de la nueva temporada y aún con el calorcito que hace la gente no entra a buscarlas».
Tal había sido el éxito que tuvieron las tiendas pioneras por la mañana que algunas por la tarde también se lanzaron a esta aventura comercial. «Por la mañana no hemos sacado nada. Ahora por la tarde hemos pensado, vamos a probar, y hemos sacado un mulo con prendas de la nueva temporada para ver qué tal va la cosa», reconocía Caridad, delante del escaparate de Dambury. «En principio aprovecharemos y estaremos hasta las 22 horas».
Pero no todo eran tiendas de ropa. También ópticas, fotografía y hasta electricidad. «Esto sirve para acercar el comercio a la gente y dinamizarlo», opinaba Édgar, de Electricidad Santiago.
Y los clientes ¿qué pensaban? Pues a través de sus compras en estas tiendas y también de viva voz afirma que les parece «una buena idea».
El concejal de Comercio y de Fiestas, Sergio Lozano, reconocía que «esperaba una mayor participación al no tener que rellenar impresos, ni tener que pagar nada. Pero la verdad es que los inicios siempre cuestan. Sin embargo, con los comerciantes que he hablado, me han comentado que les ha parecido muy buena idea».
Sobre si habrá una segunda edición de esta Fiesta del Comercio en la calle como pedían ayer algunos comerciantes, el concejal manifestó que «la idea es hacer cuantas más cosas mejor para dinamizar el sector».