El Ibex pierde un 4,4% y los 8.200 puntos ante la incertidumbre global

Agencias
-

Madrid, junto a Milán, lidera la debacle de las principales plazas europeas y registra el mayor retroceso desde el pasado agosto, situando el indicador bursátil en mínimos de julio de 2013

 
Día de pánico el de ayer para los inversores. El principal indicador de la Bolsa española, el Ibex 35, cayó un 4,44% en su peor jornada desde el pasado 24 de agosto, hasta perder los 8.200 puntos,  al situarse en los 8.122, valores desconocidos desde julio de 2013, afectada, como en el resto de las plazas europeas, por los temores acerca de un frenazo en la economía mundial, según los expertos.
 De hecho, los principales paqués del Viejo Continente no lograron hacer frente a la situación, pese a haber arrancado en positivo en un intento por prolongar el rebote de días pasados, pero ante otra bajada del precio del petróleo, los desplomes de la banca y la nuevas dudas sobre Grecia el resultado final tiñó de rojo los mercados. 
Ningún valor del índice español consiguió aguantar el tipo. El Banco Popular lideró los retrocesos con una caída del 7,32%, seguido de IAG (-7,29%), ArcelorMittal (-7,17%), Gamesa (-6,97%) y Amadeus (-6,94%). Los blue chips registraron caídas que oscilaron entre el 6,2% del Banco Santander y el 1,58% de Iberdrola. Repsol se dejó un 5,9%;BBVA, un 5,6%;Endesa, un 2,98%, Inditex, el 2,97% y Telefónica, un 2,96%. 
 En el mercado de deuda, la prima de riesgo se colocó en 155 puntos básicos, su nivel más alto desde julio, frente a los 137 del cierre de la semana pasada, con la rentabilidad del bono a 10 años en el 1,77%. Mientras, en el mercado de divisas, el euro se intercambió a 1,1176 dólares. 
En este contexto, el Ibex, junto a Milán (-4,57%), se colocó a la cabeza de las caídas en Europa, superando a Francfort (-3,53%), París (-3,47%) y Londres (-2,88%). 
El estratega de mercados de IG Daniel Pingarrón atribuyó el desplome de la Bolsa a un conjunto de circunstancias entre las que citó los precios del petróleo, los problemas del sector bancario europeo cuyo origen podría encontrarse en Italia, la dudas sobre la economía china y la desaceleración de la economía americana.
 
REPLETO DE INTERROGANTES. «Da la sensación de que los grandes inversores no quieren participar en un mercado repleto de interrogantes hasta que haya algún elemento que aclare el panorama. Y nadie sabe dónde puede aparecer ese elemento, si en los bancos centrales, si en los datos macro, si en unos precios más bajos que los actuales...», apuntó el analista. 
 «El escenario es el más complicado y bajista que se recuerda. La mayoría de selectivos está ya por debajo de los niveles de agosto del año pasado, cuando el miedo a un fuerte aterrizaje de la economía China alcanzó máximos», recordó Pingarrón, quien insistió en que hay varios factores negativos sobre la mesa. 
También destacó que la sobreactuación de las Bolsas «vuelve a aparecer clara» y auguró que se corregirá «con intensidad próximamente», pero sin saber cuándo.
Por su parte, el presidente de Renta 4, Juan Carlos Ureta, achacó la debacle en el Viejo Continente a que el ciclo monetario de los Bancos Centrales y de las Bolsas «está agotado», lo que conlleva «un ajuste estructural de los precios de los activos, en parte para corregir la «hinchazón artificial» que se había producido en los últimos años y para reflejar los efectos laterales que la intervención monetaria masiva ha tenido, creando burbujas y alterando de forma notable los precios de mercado de casi todos los activos». Según explicó Ureta, el «desorden monetario» creado a lo largo de siete años, pero sobre todo desde 2013 con la etapa del whatever it takes, «es notable» y afecta desde China hasta la oferta de petróleo, pasando por los bonos soberanos, «que todavía siguen disfrutando de los beneficios de las políticas monetarias no convencionales».