Palencia registró nueve casos de docentes que solicitaron ayuda por problemas con alumnos y padres en el curso 2017-2018 o que, en algún momento de su actividad profesional, sufrieron actos contra su persona incompatibles con la convivencia escolar, según el informe El defensor del profesor, elaborado por el sindicato ANPE. La cifra supone el 12 por ciento de todas las contabilizadas en la comunidad de Castilla y León, que suman 74 peticiones.
Según ANPE, «la sociedad tiene que tomar conciencia de la situación de conflictividad que se vive en las aulas y la administración educativa debe ser consciente de que la convivencia escolar es un elemento de primer orden para el buen funcionamiento de la comunidad educativa».
De forma más pormenorizada, de los 74 casos atendidos por el Defensor del Profesor durante el curso 2017/2018 en la región, un total de 31 fueron maestros, 27 profesores de Educación Secundaria, siete de Educación Infantil y el resto se reparten en entre las otras enseñanzas.
En el caso de Palencia los datos son más preocupantes no por el número en sí, sino por la tendencia puesto que de un curso para otro se han duplicado los expedientes al pasar de los cuatro registrados en el curso 2016-2017 (3 en el curso 2015-2016) a los nueve del ejercicio 2017-2018, es decir, más del doble.
En cuanto a la tipología de los casos atendidos, según este sindicato de profesores se distinguen los concernientes a los alumnos, los relacionados con los padres y los que provienen de la interacción con los compañeros de profesión.
En cuanto a los alumnos, ANPE destaca el aumento de las situaciones de acoso a los docentes y las faltas de respeto, mientras que se observa una leve disminución de las agresiones de alumnos a docentes. Por lo que se refiere a los padres, se duplican las agresiones hacia los docentes y casi en la misma medida sucede con las denuncias de padres.
En lo relativo a los compañeros, el equipo directivo y la propia administración las situaciones conflictivas se reducen en todos los casos, a tenor de los datos que maneja el sindicato.
Por lo demás, el informe elaborado por El defensor del profesor, elaborado por el sindicato ANPE, subraya que parte de las anteriores situaciones están provocando inestabilidad emocional en los docentes, llegando en algunos casos a producir serias consecuencias para su salud mental.
El 49% de los casos presentaba ansiedad, el 5% estrés y el 8% depresión. En un 19% de casos hubo baja laboral de distinta temporalidad. «Estos datos trascienden al propio docente puesto que un profesor con estado emocional alterado, además del sufrimiento personal que debe soportar, reduce significativamente su rendimiento profesional, lo que disminuye la calidad de la educación. En este sentido las bajas laborales generan un coste para la administración y una modificación de la propuesta pedagógica para los alumnos».
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