Para toda la familia

Rubén Abad
-

La Concejalía de Festejos del Ayuntamiento de Velilla del Río Carrión ha programado actividades para un público diverso, desde los niños a los vecinos más veteranos

Cuando uno piensa en fiestas patronales, rápidamente se le vienen a la cabeza las verbenas hasta altas horas de la madrugada, los fuegos artificiales, las calles engalanadas, los arcos luminosos que adornan el casco urbano, el reencuentro con viejos amigos de la infancia, las comidas familiares y una masiva afluencia de gente. Son fechas para vivir a pie de calle, para no preocuparse del reloj y para aparcar los quehaceres diarios. Días para olvidarse de todo, salvo de pasárselo bien.

Da igual ser un niño, un adolescente, pasar de los treinta o peinar canas. Un vecino que vive todo el año, o un veraneante que se reencuentra con sus raíces cada mes de agosto. Para todos ellos ha preparado el Ayuntamiento de Velilla del Río Carrión un extenso programa para honrar a Nuestra Señora de Areños y a San Roque en el que velillenses y forasteros apenas tienen tiempo para el descanso.

Si las verbenas y los conciertos al caer la noche son cosa de adultos, para los pequeños de la casa se han reservado las mañanas. Actividades que inundan de alegría cada rincón de la localidad minera con las carcajadas, las carreras y la ilusión de los niños.

Entre estas propuestas destaca, por su participación e implicación  vecinal, el encierro infantil, que se ha convertido ya en todo un clásico de las fiestas de Velilla. Como si de un San Fermín pamplonica a pequeña escala se tratara, los chavales -muchos de ellos vestidos de riguroso blanco, con fajín rojo y pañuelo sobre los hombros- corrieron calle Mayor arriba, calle Mayor abajo, esquivando los carretones.

Toros que no embestían, sino que lanzaban potentes chorros de agua bien fresca. Una manera divertida de hacer frente a las altas temperaturas que se registran estos días en el Alto Carrión, pues el sol apretó con fuerza durante los sesenta minutos que se prolongó el encierro.