El Club Deportivo Palencia venció ayer en La Balastera por dos goles a uno al segundo filial madridista, un conjunto de Tercera División repleto de jóvenes futbolistas que acaban de finalizar su etapa como juveniles en la cantera blanca.
Enfrente estaba el equipo palentino, una escuadra con muchos veteranos, que arrancaron mejor el partido y se adelantaron en el marcador gracias a un gol de Durántez en el minuto 6. Pelayo remató un córner, pero el portero visitante, Álex, que había fallado en la salida paró el lanzamiento. Fue entonces cuando apareció el exjugador de la Arandina, que, aprovechando el despeje del cancerbero, casi sobre la línea, lo batío. El goleador fue a dar las gracias a su compañero, sin duda, el protagonista de la acción.
El gol no varió mucho la situación del partido. Los locales creaban más situaciones de peligro que los visitantes, que pese a tocar más el balón no se acercaban al marco de Carmona. El Palencia estaba serio atrás, mejor que en partidos anteriores. Del ataque de los madrileños, solo destacar un lanzamiento de Febas, que antes del descanso hizo que el portero local se luciera.
El cuarto de hora en el descanso parece que alimentó las ganas de gol de los delanteros, puesto que en apenas diez minutos se vieron tantos en ambas porterías. El madridista Legaz empataba el partido tras aprovechar un pase entre los centrales y tumbar al portero. Pero poco después, Diego Torres volvía a poner por delante a los morados. El delantero del conjunto palentino se benefició de que ninguno de los defensores visitantes estaba cubriéndolo para marcar.
Mediado el segundo tiempo los entrenadores de ambos equipos hicieron el típico carrusel de cambios que se dan en los partidos de pretemporada, aunque serviría para que el Madrid C mejorase la imagen dada, puesto que el resultado no varió. Entre los locales destacó Conde, que demostró un gran nivel durante los noventa minutos.
Pese a ser un partido de preparación, el choque no fue para nada un partido tranquilo para el colegiado Román Román, que amonestó a varios jugadores y decidió dar por acabado el enfrentamiento en el minuto 88 porque el ambiente en el césped de La Balastera estaba muy caliente. Algunos jugadores se desentendieron del balón y comenzaron a enzarzarse, lo que provocó la acción del árbitro, mandando a todos antes de tiempo a los vestuarios.