La segunda jornada de huelga convocada por los sindicatos de Instituciones Penitenciarias provocó ayer importantes retrasos en el funcionamiento normal de la prisión de La Moraleja, como la apertura de los módulos o las visitas del exterior. También se produjeron encontronazos entre los piquetes informativos y el dispositivo movilizado por la Guardia Civil. Agentes que trataban de permitir el acceso al centro penitenciario de los trabajadores de los servicios mínimos. Si bien, no se produjeron incidentes graves, más allá de algunos empujones por parte de unos y resistencia por la de otros.

Los piquetes formaron el cordón ante la entrada alrededor de las 7,30 horas, media hora antes del cambio de turno, y no permitieron que los trabajadores de los servicios mínimos accedieran hasta las 11 horas, por lo que los trabajadores del turno de noche tampoco pudieron salir del complejo penitenciario hasta las 12 horas.

Al no haber personal suficiente para desempeñar las funciones de vigilancia, las celdas de los diferentes módulos no se abrieron hasta pasadas las 11 horas. Dos horas  más tarde que también se arrastraron en el turno de visitas y comunicaciones. Una demora que, a diferencia de lo ocurrido en otras prisiones de la región no dio como resultado enfrentamientos entre los visitantes de los presos y los manifestantes. «En Palencia no hay muchas comunicaciones. Cuando han llegado les hemos informado de que tendrían que esperar, porque no había personal», explicaron desde Acaip.

La huelga se recrudecerá hoy, dado que el número de personas que trabaja en La Moraleja un lunes es bastantes superior al de los domingos y festivos. «Hablamos de unas 300 personas, por lo que la cola de coches puede extenderse varios kilómetros». Por ahora, la huelga está convocada hasta la jornada de mañana, martes, aunque los sindicatos advirtieron que si Instituciones Penitenciarias no se aviene a una negociación económica y de condiciones laborales, el paro será indefinido.