La provincia apuesta por la bioenergía como eje de desarrollo

Noelia Tadeo
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'Enerbrío'. El programa que impulsan varios Grupos de Acción busca alternativas a los residuos agrícolas, ganaderos y forestales. Modelo. La jornada técnica celebrada ayer en Baltanás puso especial énfasis en la necesidad de cambiar el modelo energét

ADRI Cerrato Palentino se embarcó ayer como coordinador del proyecto de cooperación Enerbrío (Bioenergía Rural) en la cuarta jornada técnica centrada en la innovación y en el cambio de modelo energético. 
Su fin es buscar alternativas viables -económica y técnicamente-, a través de la utilización de los residuos agrícolas, ganaderos y forestales. Principalmente, se centran en el uso de la paja del Cerrato, un elemento abundante en la comarca según los agricultores. 
El objetivo de ADRI es «informar de las potencialidades y las debilidades del uso y la distribución de la biomasa tanto para industrias como Ayuntamientos y particulares», según manifestó Ana Bartolomé.
La gerente del grupo de acción cerrateño puso especial énfasis en la capitalización de productos considerados residuales, como la biomasa forestal, los purines, el estiércol o la paja y en la necesidad de informar sobre la reducción del impacto ambiental producido en el suelo y en el agua, además de servir de foro de información y debate sobre la biomasa y la bioenergía.
María José de la Fuente, presidenta de ADRI, matizó que la jornada pretendía además «recoger las conclusiones generales desarrolladas a lo largo de las reuniones previas». 
Junto a ADRI colaboran tres grupos de desarrollo rural de Castilla y León, en concreto de Palencia, León y Salamanca, como el Centro Tecnológico Itagra- Paraje-Innova, autor del estudio de potencialidades de la comarca, el departamento de Producción Vegetal de la Universidad de Valladolid, Somacyl, Enerpal Biomasa y calderas Okö Therm. Sin olvidar los 40 municipios que también participan en el proyecto.
Todos ellos, ven en la biomasa una posibilidad de negocio, derivada del cambio de modelo energético y la valorización de recursos que hasta ahora tenían la categoría de residuo. 
Actualmente, «conviven muchos combustibles, por lo que la situación es progresiva y contribuyen a la estrategia europea de conservación del medio ambiente», aclaró María José de la Fuente.
Además, se pretende concienciar a los agricultores sobre «las ventajas de esta energía», añadió Ana Bartolomé.
La jornada, de dos días de duración, comenzó ayer con una serie de ponencias a cargo de Ángel Fombellida, profesor del Departamento de Producción Vegetal de la Universidad de Valladolid, quien habló sobre la posibilidad de recoger biomasa y el coste económico y energético.
 Para él, «la comarca tiene un buen potencial para el aprovechamiento forestal y agrícola». Además, hizo hincapié en la recogida de biomasa como un nuevo negocio.
La siguiente ponencia corrió a cargo de Alberto Sanz, consultor de Itagra-Paraje Innova, quien trató sobre las potencialidades en la comarca del Cerrato en la utilización de biomasa.
 En este caso, su principal motivación es la posibilidad de crear una planta de biogás, además de desarrollar los estudios necesarios para comprobar la viabilidad económica de la energía, que «ya consideramos buena», según apuntó Sanz.
En la actividad desarrollada ayer en Baltanás se mostraron las conclusiones del estudio de las potencialidades de la bioenergía en la comarca del Cerrato Palentino. 
El punto  que despertó más interés fue el destino que se le puede dar a los residuos procedentes de la cosecha cerealista, la paja entendida como «recurso biomásico más importante por su volumen», según mencionó Ana Bartolomé. También se abordó la posibilidad de desarrollar sistemas de district heating para los edificios municipales.  El colofón de la jornada será hoy la visita programada al centro tecnológico Cartif, en el Parque Tecnológico de Boecillo (Valladolid).