Juanjo Artero, conocido por su primer papel artístico como Javi en la serie televisiva Verano azul, visita un año más Palencia para representar su nueva obra El hijo de la novia. Será hoy, en sesiones de 19 y 21,30 horas en el Teatro Ortega. Sobre el escenario le acompañarán Álvaro de Luna, Tina Sainz, Sara Cozar y Mikel Laskurain. Juanjo Artero recibió un Goya a la mejor interpretación masculina de reparto en 2011 por la película No habrá paz para los malvados. En Palencia obtuvo un premio de teatro votado por el público que el actor considera como un regalo.

¿Qué puede contar a los lectores sobre la obra que representa hoy en Palencia?

El hijo de la novia es una obra de teatro basada en la película homónima de Juan José Campanella que tuvo tanto éxito, pero es una cosa distinta. Hablamos de lo mismo, pero es una versión nueva y en un medio tan distinto como el teatro se vuelve diferente. Es una obra que habla de lo universal, que es el sentido de la vida, de lo más cotidiano, el día a día, de la familia, de los problemas como el estrés que te llevan a un ritmo de vida que te hace estar ciego. Es una comedia muy graciosa y muy tierna. Permite a la gente reír y hace que todo el mundo se sienta identificado con ella. La trama habla de las enfermedades que pueden surgir a través de ejemplos como las personas mayores con una carencia o con una enfermedad como el Alzheimer. Todo el mundo entiende la obra a simple vista porque está muy bien construida.

¿Qué es lo que más destacaría de ella?

Todo el conjunto es bueno. No hay una cosa que se pueda decir que destaque sobre el resto. El ritmo, cómo se construyó el guión. Después están las personas. Cada uno es un mundo y aporta su grano de arena a la función. Es capaz de jugar con el humor. Se pasa a la tragedia de forma magistral. Es un viaje por la vida. A partir de ahí son los personajes los que cuentan la historia y dan su propia visión.

¿Cómo es su personaje?

Mi personaje tiene que aprender. Digamos que el hijo de la novia tiene que aprender una lección de vida a base de cargarse la familia a cuestas por el trabajo que tiene y los problemas. De todas formas, él siempre está tirando de la familia, pero de pronto se convierte en un egoísta y no se da cuenta de que según va avanzando arrasa con todo y no se vuelve a mirar lo que está tirando. Se convierte en un egoísta. Hasta que la vida no le da un susto físico, de salud, no empieza a darse cuenta del sentido de la vida, que conlleva la amistad, la familia, los padres, los sueños por cumplir. Cada persona es un mundo y a partir de ahí empieza a llevar una vida mucho más feliz.

¿Considera que este personaje le ayuda en su vida diaria?

Siempre. Yo creo que sí. De alguna manera, aunque a veces uno interpreta a un personaje que tiene un problema, si tú tienes ese problema delante aunque ese personaje te lo está diciendo todos los días no eres capaz de darte cuenta. Yo creo que analizando cualquier texto de la misma manera que cuando conoces algo, es más fácil que si te pasa identifiques esos síntomas. Aunque solo sea identificarlos, no tiene que solucionarse por eso, pero por lo menos sabes lo que te está pasando. A veces es inevitable y no tienes más que tirar de todo.

¿Qué espera del público palentino?

La verdad es que espero muchísimo porque es una ciudad muy entendida en teatro. Además, yo tengo el honor de haber sido premiado por los palentinos con una votación del público. Espero que vengan a verla, que se diviertan, se rían y lloren. Que pasen un ratito agradable.

¿Cómo animaría al público para que acuda a su espectáculo?

Les diría que si quieren ir a pasar una hora y media divertida y que les arañemos un poquito el corazón que se vengan al teatro.

Después de las visitas que ha hecho a Palencia, ¿qué es lo que más le gusta?

Palencia es un sitio maravilloso. Primero los alrededores, la ciudad y todo el arte, la cultura. Está en un enclave maravilloso. Lo que más conozco de Palencia son sus teatros. Hay un románico maravilloso. Además, hace muchos años fui con el colegio para estudiar el Románico Palentino.

Cine, televisión y teatro. ¿Tiene alguna preferencia?

Depende de cada cosa. Me quedo con todo. Lo cierto es que el teatro es algo más vital, tiene un enganche con una duración concreta y cuentas con el público. A mí me encanta el teatro, pero también me gusta hacer televisión.

Todo tiene su aquel. Lo bueno que tiene el teatro es que sabes cuándo empieza y acaba y con la televisión o el cine es más complicado y requiere más trabajo.