La arraigada afición a los toros que se mantiene en la provincia desde hace siglos parece iniciar el camino de la recuperación, después de vivir unos años de descenso en lo que al número de festejos se refiere. La falta de presupuesto económico derivada de la crisis obligó a los Ayuntamientos a reducir el montante dedicado a las fiestas patronales y, por ende, a los festejos taurinos.

Los datos facilitados por la Administración Regional reflejan que todavía no se ha vuelto a las cifras de los años en los que las arcas municipales todavía no se habían resentido por la recesión económica. En 2008 se celebraron 92 espectáculos taurinos. Este año han tenido lugar 72 festejos en la provincia, ocho más que en 2013 y los mismos que en 2012, por lo que parece que se inicia de nuevo el ascenso.

Paredes de Nava con 12 espectáculos y la capital con 10 vuelven a colocarse en los primeros puestos en lo que a localidades con más actividad taurina se refiere. Paredes destaca por su variedad en el tipo de festejos, ya que este año  ha disfrutado de vaquillas (4 días), encierros urbanos (4 días), un encierro de campo, una corrida de toros (tuvo que suspenderse a causa de las condiciones climatológicas), otra de novillos sin picadores y una de rejones con toros. Curioso es que ha sido la última localidad de la provincia en celebrar sus fiestas patronales y, sin embargo, es la que más actos de este tipo recoge.

En la capital se organizaron una becerrada y unas vaquillas coincidiendo con la Feria Chica, mientras que en las fiestas grandes a las cuatro corridas se sumaron una de rejones, una novillada con picadores y un concurso de cortes.

Las vaquillas y los encierros son los espectáculos que más demanda tienen en los pueblos palentinos. La causa es que se trata de eventos muy arraigados en sus tradiciones festivas, en torno a los que se congregan cientos de vecinos y forasteros.

Las fiestas de pueblos como Villarramiel, Torquemada, Astudillo o Dueñas no se conciben sin este tipo de eventos.

Entre los eventos más destacados en la época estival figura el encierro de reses bravas a campo abierto, único en la provincia, celebrado en Villarramiel. La localidad congregó a un buen número de aficionados a los festejos taurinos, que disfrutaron de la labor de los caballistas que guiaron y controlaron a los tres novillos que se soltaron en el campo.

estreno. Este año es también de obligado cumplimiento hablar del Toro Enmaromado de Astudillo que, por primera vez en la últimas décadas, se ha celebrado con el beneplácito de la Junta, que tiene competencia exclusiva en materia de espectáculos públicos, entre los cuales se encuentran los taurinos, tal y como se recoge en el artículo 70.1.32 del Estatuto de Autonomía de Castilla y León.

El pasado 5 de septiembre se publicó en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) el visto bueno autonómico por el que este evento pasa a ser considerado Espectáculo Taurino Tradicional. Diez días después se celebraba este evento en la localidad con toda la documentación en regla durante las Fiestas de la Santa Cruz de 2014.

Ayer tuvo lugar en Herrera de Pisuerga el último festejo taurino para el que se ha solicitado permiso este año, una novillada mixta.