En tres meses han hecho dos mil kilómetros por la provincia gracias a la campaña ‘#comparteexperiencias’ liderada por la Diputación. Este largo viaje ha sido la primera piedra de lo que, a su juicio, debe ser un trabajo comprometido y de continuidad para mejorar la visibilidad de la provincia en el exterior.

Alba Castrillo, 29 años y natural de Guardo. Ha estudiado Periodismo, Publicidad y Relaciones Públicas, a lo que suma un máster en Gestión de Proyectos Culturales y un curso de especialización en marketing cultural, social media y comunicación cultural.

Carla Llamas, 25 años y natural de Barcelona. Licenciada en Periodismo y especializada en viajes, lo que hace que su pasión sea recorrer mundo y contarlo en las redes sociales. Tiene en marcha el blog La Maleta de Carla.

Durante tres meses han asistido a las ocho Fiestas de Interés Turístico (FIT) de la provincia y han visitado los principales atractivos turísticos de sus entornos,  gracias a la campaña #comparteexperiencias de la Diputación palentina en la que fueron seleccionadas.

Periodistas, especializadas en turismo y durante tres meses catadoras de las fiestas de la provincia. ¿Qué ha supuesto para ustedes esta experiencia?

Carla Llamas: La oportunidad de seguir trabajando en periodismo de viajes y redes sociales en una provincia que no conocía. En el terreno personal he disfrutado mucho de las fiestas y del poder integrarme en su entorno. Ha sido una experiencia personal y profesional muy gratificante.

Alba Castrillo: Un trabajo que supone hacer de comunity manager, cubrir eventos culturales y festejos, en mi provincia y con el título de embajadora de Palencia ha sido un orgullo. Profesionalmente ha sido muy interesante porque aúna todo lo que yo he estudiado, tanto la gestión cultural como las redes sociales, que es mi especialidad.

Resulta curioso que una sea palentina y la otra desconociera la provincia. ¿Qué les ha sorprendido de todo lo que han tenido la oportunidad de ver?

C. L.: Me ha sorprendido que no se conozca. Creo que es una provincia que tiene muchísimo que ofrecer, tanto a nivel gastronómico, artístico, paisajístico… También me ha impresionado lo participativas que son las fiestas; no son eventos organizados por las Instituciones, sino el propio pueblo el que se encarga de todo.

Por ejemplo, el Corpus Christi en Carrión de los Condes, donde los propios vecinos se encargan de coger las flores, diseñar los dibujos, levantarse de madrugada a poner flores y luego destrozar ese trabajo que llevan diez días haciendo.

Es un arte efímero que me ha encantado.

A. C.: Aunque soy de aquí no conocía de cerca todas las fiestas y destacaría el empeño de las gentes en mantenerlas, ya que gracias a ellas siguen vivas esas tradiciones. Las fiestas son populares y sin ellos no existirían.

De las ocho Fiestas de Interés Turístico que tiene la provincia, ¿con cuál se quedan?

C. Ll.: Es difícil, cada una tiene un componente diferente y original. El descenso del Pisuerga en Velilla me pareció muy interesante. El hecho de que se acerque gente de muchos rincones -incluso conocimos a unos australianos- y que se siga todo el recorrido con los coches para ver las piraguas desde los puentes y animar a los participantes me llamó la atención.

Además, tengo muy buen recuerdo de ese fin de semana en la Montaña Palentina porque disfruté mucho y el paisaje acompaña en todo momento.

A. C.: Como fiesta de ambiente la que más me ha gustado ha sido la del Cangrejo de Herrera: las carrozas, las charangas, el desfile… Por otra parte, por el enclave donde se hace y por lo que supone me quedo con la de Fuentes Carrionas y la Montaña Palentina. Es una zona poco conocida para el potencial que tiene. Cuando alguien conoce la Ruta de los Pantanos se queda sorprendido, porque siempre se piensa en llanura castellana y Tierra de Campos, pero no es consciente de que tenemos una Montaña impresionante.

Además de las fiestas han conocido muchos recursos en torno a cada una de ellas. ¿Qué destacarían a nivel gastronómico?

C. Ll.: Yo lo tengo clarísimo. Puedo decir que en la capital se come muy bien, ya que disfrutamos de la Ruta de la Luz y del Sabor y conocimos el abanico de posibilidades que hay en la ciudad de Palencia. Además destacaría un rincón de Alar del Rey, La Cueva, donde se come increíble y que me dejó alucinada. Desde el bar más pequeño, hasta el restaurante de más categoría, me han sorprendido todos los establecimientos en los que hemos comido.

Una de las cosas que me han llamado la atención es que siempre se intenta utilizar productos de las distintas zonas.

A. C.: Cualquier venta o restaurante de los muchos pueblos de la provincia te puede sorprender porque hay verdaderas delicias. El aprovechar los recursos de la tierra es clave para este éxito, ya sean alubias, verduras o las mil maneras de las que hemos disfrutado la morcilla.

¿Y respecto al arte y el patrimonio?

C. Ll. y A.C.: Además del Románico, que tenemos mucho y bueno, nos ha encantado el Camino de Santiago, los Castillos, la Villa Romana de La Olmeda o la iglesia rupestre de Olleros de Pisuerga. Sorprende que en pueblos pequeños, en los que apenas queda gente, de repente descubres un tesoro y, una vez más, son los propios vecinos quienes se encargan de custodiarlo y enseñarlo.

Hacen referencia constante a las gentes de la provincia, pese a que tienen fama de cierto carácter seco

C. Ll. y A.C.: Es un mito irreal, ya que todo el mundo ha sido súper amable y simpático y nos ha recibido fenomenal. Los palentinos no son andaluces, pero sí hospitalarios, acogedores y en todo momento han demostrado ser muy buena gente. Solo hay que venir a Palencia para comprobarlo y disfrutar de su compañía.

Este trabajo ha sido muy importante a nivel personal y profesional para ustedes. ¿Cuál ha sido su aportación al proyecto?

C. Ll.: Hemos transmitido la realidad de lo que se puede encontrar alguien que venga a las fiestas de los pueblos de Palencia, ya sea un encierro o una paellada. En todos los casos se puede participar, disfrutar y ser uno más.

A. C.: Ha sido como mostrar desde dentro la organización y vivencia de esas fiestas y enseñar cómo lo puede vivir un turista que nada tiene que ver con el pueblo.

¿Creen que con esta labor se puede mejorar el posicionamiento turístico de la provincia de Palencia?

C. L.: Esto es el primer ladrillo para levantar un edificio. Es un buen paso para que las relaciones entre la Institución Provincial, la gente y los pueblos sean más cercanas, pero es el primero. Se tienen que hacer muchas más cosas, tener una continuidad para que tenga un sentido y una duración.

A. C.: Creo que se pueden hacer muchas cosas. Yo soy de Guardo y creo que es necesario ayudar a concienciar a la gente que abre negocios, ya sea una panadería o una casa rural, de que tienen que estar presentes en las redes sociales. Hay que moverse en todos los campos de la comunicación y las redes sociales son ahora claves.

Han contado sus vivencias en Facebook, Instagram, Youtube y Twiter. ¿Dónde han tenido más aceptación y visitas?

C. Ll. y A.C.: En Facebook. De los más de dos mil kilómetros que hemos recorrido se han grabado 120 vídeos y han sido 66.000 usuarios los que han interactuado con nosotras y más de 250.000 los que han conocido la experiencia. Los resultados han sido muy buenos.

Un estudio ha indicado que Palencia es la provincia menos turística de España. ¿Qué falla?

C. Ll.: Palencia es la gran desconocida y en lo que se falla es en lo que se está trabajando. Si no se conoce es porque hay falta de comunicación y en eso se está incidiendo. Este tipo de iniciativas pretende acabar con esa falta de visibilidad de la provincia.

Los resultados demuestran que se ha mejorado la posición de Palencia como destino turístico y se tiene que seguir trabajando. Hay que tener en cuenta que compite con provincias muy potentes y tiene que posicionarse.

Si les pidiera una ruta por la provincia, ¿por dónde me llevarían?

C. Ll.: Empezaría por la capital con la Ruta de la Luz y el Sabor, para conocer la ciudad y su historia, después iría a ver el Castillo de Ampudia para dirigirme a Saldaña y Guardo. Después de hacer la Ruta de los Pantanos comería en Cervera o en Alar, para luego hacer una ruta del Parque de Aventuras del Robledal del Oso.

A.C.: Empezaría en la Montaña Palentina para hacer alguna ruta de senderismo, por ejemplo en el Valle de Tosande o en el Lago de las Lomas, para visitar la Cueva de los Franceses, disfrutar de Aguilar de Campoo y bajar a ver la Villa Romana de La Olmeda y comer en Saldaña.

¿Qué nota le pondrían a las Fiestas de Interés Turístico de la provincia?

C. Ll. y A.C.: Les daríamos un notable. Algunas tienen más actos, otras son más religiosas y en otras hay más tradición, por lo que la media en conjunto es muy buena. Además cada una de ellas es para diferentes perfiles, mientras en la Virgen del Valle de Saldaña la devoción se respira por todos los rincones, en Olleros de Pisuerga destaca más el disfrute de familias y amigos en un prado o en el Cangrejo de Herrera los cientos de jóvenes que bailan y cantan por las calles.

Cada una tiene lo suyo y por eso tiene su encanto, merece la pena conocerlas todas.