Fornas: "El que no te quiera un entrenador no es más que gajes del oficio"

Nuria García
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El catalán Roger Fornas se encuentra, por el momento, como agente libre en el mercado de fichajes. Tras desvincularse del Quesos Cerrato Palencia, el ala-pívot podría incorporarse al CBMiraflores o emigrar al baloncesto extranjero.

Se rumorea que se sumará al nuevo proyecto del Burgos. ¿Hay algo en concreto ya?

La verdad es que no. Todo lo que se oye es debido a la prensa, solo hay tímidas conversaciones. De momento no sé si me voy a poder sumar a ese proyecto o si tendré que irme al extranjero.

Entonces, ¿tiene ofertas de equipos de fuera?

Sí, hay especialmente un par de ellas bastante interesantes. Evidentemente, voy a esperar a ver qué sucede con el Burgos, y tomaré una decisión u otra en este tiempo que queda.

¿Qué opinión le mereció que el Quesos Cerrato no le renovara? ¿Usted quería quedarse?

Yo estoy afincado en Palencia, así que me quería quedar al cien por cien. El problema es que es una decisión técnica de Porfi, y esto pasa en el deporte profesional. No hay problema. Evidentemente no gusta, pero hay que respetar esa decisión.

¿Cómo valora sus años en el Palencia Baloncesto?

De una forma muy positiva. Llegué con muchas dudas. No sabía lo que me iba a encontrar, y fue una grata sorpresa encontrarme con un club amable durante estos tres años y una afición maravillosa, la mejor que he tenido. También me encontré con una ciudad que nos ha acogido a mí y a mi mujer de una manera exquisita.

Usted ya tenía cierta estabilidad en la ciudad. ¿El hecho de hacer las maletas trastoca mucho sus planes?

Necesito ingresar dinero, obviamente. Yo seguiré viviendo en Palencia a corto y medio plazo. Si no te quiere un entrenador, son gajes del oficio. Quería quedarme, pero no puedo forzar a nadie, ni quiero que nadie se quede conmigo a desgana.

¿Cómo fue su relación con Lezkano? Ha habido muchas habladurías en torno a esto.

A la gente le gusta hablar sin saber realmente cómo era nuestra relación. Natxo me trajo y me mantuvo durante tres años, y con él he jugado a un gran nivel, y le estaré eternamente agradecido. Quizá el último año achacaría estos rumores a la dinámica del equipo. Fueron siete derrotas seguidas, las lesiones nos trastocaron mucho... Y pudimos tener más roces, pero son normales. Además, las pulsaciones van a mil en los partidos. Pero siempre hemos sido muy coherentes; lo hemos hablado todo, y hemos tenido una gran relación.

¿Qué le atrae del nuevo proyecto del Burgos? ¿Qué razones podrían llevarle a jugar allí?

La cercanía a casa, para empezar. También, el hecho de estar con Andreu Casadevall, uno de los entrenadores de la categoría con más currículum, y a nivel técnico, uno de los mejores, o el mejor. Además, la ciudad no deja de tener ilusión por el baloncesto, al igual que yo después de 12 años como profesional. Primero tienen que querer ellos. No soy el único jugador libre del mercado.

Se dice que otros como Anton Maresch o Rafa Huertas podrían unirse al equipo burgalés. ¿Qué le parecen?

A Rafa lo conozco muy bien, porque coincidimos el año pasado. Para mí, el hecho de que perdiera ese equilibrio en defensa y en ataque fue una de las causas de nuestro declive. Por eso, me parecería maravilloso volver a coincidir con él. Con Maresch no he coincidido. Me han hablado genial de él como persona, y como jugador, no lo voy a descubrir yo. Son dos referentes.

Después de 12 años como profesional, ¿qué le queda por hacer a Roger Fornas en el baloncesto?

Muchísimas cosas. Hasta que no se me acabe la ilusión, o no me la quiten, voy a seguir dedicándome a ello. También quiero acabar mis estudios, pero en el baloncesto me quedan muchos retos. El hecho de ir cada día a entrenar es superarse a uno mismo. Pienso que, hasta que uno no se retira, debe intentar mejorar día a día. Para mí eso ya es un reto principal. También debo intentar escalar, ya sea en categorías o en experiencias.