Cruz Roja requiere familias de acogida que colaboren en la provincia

María Herrero
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En lo que va de año son 15 niños los que han recibido acogida en Palencia. En total en Castilla y León hay 70 menores en espera para introducirse en el programa

Imagen de la sede de Cruz Roja Española en la capital palentina. - Foto: Oscar Navarro

La realidad está muy cerca. La situación actual de muchos menores de la Comunidad es la necesidad de un buen entorno familiar, y así vivir una infancia más o menos normalizada.

Cruz Roja Española necesita varias familias que quieran acoger a niños que, por diferentes problemas, no pueden vivir con sus familias biológicas.

Una petición que existe continuamente dentro de esta entidad, ya que aseguran que hay demandas constantes de acogimiento.

En Castilla y León son 70 menores los que se ven en la necesidad de una familia de acogida. Siete de ellos pertenecen a la provincia de Palencia. Desde Cruz Roja creen que hay muchos factores que inciden en la carencia de familias dispuestas al acogimiento. Carolina Vian es técnico de Cruz Roja en la capital y afirma que «en los últimos años ha descendido el número de personas que vienen a informarse».

Sugiere también que la crisis económica es un factor clave. «Cuando tu situación no es muy favorable, tampoco te prestas a ayudar a otro. A pesar de que el acogimiento está remunerado», asegura.

Además, «los menores en espera de ser acogidos siempre aumentan, pero el número de familias no va tan rápido, reconoce Carolina Vian. Desde Cruz Roja intentan dar salida a los menores de Palencia pero también pueden ser de otras provincias. «De los 15 pequeños que hay aquí, podría decirse que la mitad son del resto de la Comunidad», puntualiza.

La necesidad mayor se encuentra en los niños a partir de los 11 años, dado que supondría un acogimiento de larga duración, hasta la mayoría de edad. Asimismo, son necesarias las unidades familiares que quieran acoger grupos de hermanos, «que por cuestiones económicas o de ánimo a la hora de cuidar a dos pequeños, se solicitan menos», apostilla.

«Lo más habitual es que las familias reciban a niños pequeños, cuyos acogimientos son más cortos puesto que normalmente vuelven con su familia biológica o pasan a una familia adoptiva», afirma Carolina Vian.

En lo que va de año, ya son 15 los niños que han recibido acogida en Palencia. El año pasado en total fueron 14 los pequeños de toda la Comunidad acogidos en la provincia.

El Programa de Acogimiento de Cruz Roja Española nació en 1989 y en 1992 llegó a Palencia.

PROCESO. El funcionamiento está normalizado y coordinado con la Junta de Castilla y León. Los servicios de protección a la infancia de esta institución son los que investigan la situación familiar del menor que puede beneficiarse del programa y realizan la petición a Cruz Roja.

Los solicitantes y las familias se pueden encontrar con multitud de situaciones. Por un lado, el acogimiento simple que es de un período limitado de tiempo, común entre los niños más pequeños. Por otro lado, el acogimiento permanente en el que el menor se queda con la familia hasta la mayoría de edad. «Mucha gente confunde acogida con adopción, y no tiene nada que ver», señala Carolina.

Antes de decidir si el niño se queda con la familia, siempre existe un período de acoplamiento donde ambas partes se conocen y se adaptan. Si este período no funciona, no se continuaría con el proceso. Cuando llega el momento de tener un menor en el hogar, cada familia puede decidir sobre una edad determinada. «Al plantear el caso, también se hace una previsión del tiempo que va a durar el programa», añade.

FAMILIAS. Desde Cruz Roja creen que para tener a un menor en acogida sólo son necesarias muchas ganas.

En 2012, un total de 20 familias participaron dentro del programa en Palencia. Este año, hasta ahora son un total de 22.

Y es que no se piden grandes requisitos. «La familia tiene que tener estabilidad personal, deseos de participar y tiempo para dedicarle al niño», apunta Carolina Vian. Uno de los objetivos de este programa es ayudar a que los pequeños tengan una situación más normalizada y evitar que vivan en un centro de acogida.

Las familias biológicas son una parte importante en este proceso. Su situación suele ser bastante delicada. Diferentes problemáticas de salud, adicciones o nivel socioeconómico, están entre las causas de entrega del menor en acogida. «Son familias que quieren a sus hijos pero que, de alguna manera, no les saben cuidar. Así, sin querer pueden hacerles más daño», aclara la técnico de Cruz Roja.

Además, los menores pueden tener contacto con sus familias biológicas. Se establecen puntos de encuentro familiares y «tienen un régimen estipulado de visitas», reconoce Carolina Vian.