Después de las celebraciones de la Semana Santa entra de lleno la primavera en la provincia y con ella el tiempo de romerías y fiestas.
«Es momento de cofradías, votos de villa, Pascua Granada, Corpus Christi, vírgenes, santos y cristos. En muchas , un elemento destaca en la celebración: las danzas de danzantes», señalan desde la Coordinadora de Danzantes.
La riqueza de sus elementos y la conservación de sus ritos hacen que se concentre en la geografía provincial uno de los conjuntos más singulares de la Península de este acervo folklórico.
«Los danzantes de Palencia tienen ritos complejos, no hay dos danzas iguales y dentro de su repertorio se incluyen además de las danzas de palos o paloteos, las danzas procesionales, trenzados de cintas, pasacalles de autoridades, versos, vítores, autos teatrales, músicas propias, indumentarias y un sinfín de peculiaridades que los convierten en un patrimonio cultural único. Y son estos días de primavera plena los que concentran un mayor número de danzas de danzantes en las distintas celebraciones», añaden.
La más madrugadora es la danza de Frómista que acompañará al santo marinero, San Telmo, durante el lunes de la octava de Resurrección (el 28 de abril) en un complejo ritual de Cofradía.
Los primeros días de mayo, coincidiendo con la Fiesta de La Cruz (3 de mayo) tiene lugar la devolución de la imagen de la Virgen de Rombrada en Támara, acompañados de su colorida y vistosa danza de danzantes.
El primer domingo del mismo mes (4 de mayo) es el momento de ver a la botarga con su danza acompañar la fiesta del Cristo de la Salud de Grijota con sus peculiares trajes de casaca y calzón. San Miguel de Mayo (el día 8) será procesionado junto con la Virgen de los Remedios en la Villa de Fuentes de Nava acompañado por las danzas y paloteos de esta localidad terracampina. También el mismo día, sacará a la calle su danza Hornillos de Cerrato festejando al Arcángel San Miguel en su fiesta de mayo. En mayo también danzan en Baquerín de Campos (perdidos por completos sus lazos de paloteo y su indumentaria de enagüillas) para honrar al Santo Capillas, los escasos vecinos que vuelven a esta pequeña localidad por la fiesta recuperada a principios de siglo.
San Isidro (15 de mayo) ha conservado algunas de las danzas que en tiempos abundaron en la provincia y es el momento de acompañar al patrono de los labradores en Santa Cecilia del Alcor (atendida por los pocos cofrades que todavía quedan), Villaviudas, Población de Cerrato, Becerril de Campos o la recientemente recuperada de Tabanera de Cerrato. «Autillo de Campos acompañará, si consigue danzantes suficientes, a su histórica Virgen del Castillo en su Fiesta de Mayo, como se danzará para acompañar al Santísimo Cristo de la Salud de Villerías o al Cristo de San Felices de Becerril», apuntan.
Desgraciadamente se perdió para siempre la danza de Guaza que acompañaba, en mayo, al Cristo de Acebes, una de las más singulares de la provincia desaparecida entre el éxodo rural «y el escaso interés por mantenerla», puntualizan desde el colectivo.
La misma suerte corrió la fiesta de Santiago Matamoros en Ampudia donde, además de las danzas se representaba el auto teatral de La Entrada del Moro, coincidiendo con el 23 de mayo (día de la Aparición del Apóstol en la Batalla de Clavijo) y la fiesta grande de la Cofradía.
«Entrado junio, el Corpus Christi volverá a sacar la danza, acompañada de sus birrias y mozos de banda, de Cevico de la Torre con esa espectacular subida de la escalera de la iglesia de San Martín. Y volverán las calles de Palencia capital a ver desfilar en solemne procesión el Carro Triunfante de la Catedral que en los últimos años ha ido arropado por los danzantes de Fuentes de Nava que elevarán las plegarias de la comunidad en forma de danzas y lazos de paloteo», apuntan. Peor suerte han corrido las procesiones de Corpus Christi de Dueñas donde la danza lleva décadas sin estar presente o la de Ampudia con una presencia intermitente en los últimos años y un ritual muy perdido.
El birria de la danza de Villamartín echará el verso a San Antonio en uno de los momentos más emotivos de la procesión del 13 de junio y se nos acabará la primavera con las fiestas de San Luis en Villada, que saca sus lazos y la danza de la culebra para acompañarle y con las fiestas en honor a Nuestra Señora de las Nieves en la localidad de Paredes de Monte, pedanía de la capital, que honra a su patrona con un puñado de lazos de paloteo y unas más que interesantes danzas.
«Un buen momento para acudir a ver este interesante patrimonio que resulta invisible el resto del año y que suponen, allí donde aparecen, las señas de identidad de un mundo rural que se nos va, manteniendo no sin dificultad, este acervo cultural con más de 400 años de tradición y rito en nuestra provincia», concluyen desde el colectivo.