Más allá del desafío independentista y de las polémicas que han rodeado a varios ministros del Gobierno, el primer gran examen del Gabinete de Pedro Sánchez será la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Una reválida que en caso de no superar dejará al Ejecutivo socialista en una posición muy delicada, ya que mostrará la debilidad de un Gobierno en minoría que tendrá que trabajar con las Cuentas de Mariano Rajoy que, en su día, enmendó de manera completa y rechazó posteriormente en el Hemiciclo.

A pesar de las dificultades, los socialistas mantienen el optimismo y aseguran que las negociaciones están encauzadas y, posiblemente, la semana que viene ya tengan el acuerdo cerrado. Sin embargo, sus posibles socios en este trámite en el Congreso ven el panorama mucho más negro. Ni Podemos ni el PNV ni los independentistas catalanes han confirmado su sí a los números de Sánchez. Sin todos esos apoyos -no sirve solo con el del partido de Iglesias debido a los apenas 84 diputados con los que cuenta el PSOE-, el Ejecutivo no podrá aprobar el proyecto de Presupuestos.

«Es este momento no hay acuerdo. El Gobierno tiene que ceder y aceptar una parte de las propuestas que estamos haciendo en materia de alquileres, de salarios y dependencia. De momento, sin esos proyectos aceptados, a día de hoy, estamos en el ‘no’», subrayó Iglesias al ser cuestionados sobre la posición de su grupo parlamentario.

En cuanto a las propuestas, la formación morada ha enviado un documento al Gabinete en el que, entre otras cuestiones, exige la subida del IRPF a rentas superiores a los 130.000 euros frente a los 140.000 que señala Hacienda, la ampliación de la duración mínima de los contratos de alquiler y la aprobación de los 1.000 euros como Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que entre en vigor en 2019. Ninguna de las tres demandas habrían sido aceptadas, hasta ahora, por Moncloa.

Por su parte, Esquerra Republicana y PDeCAT hicieron hincapié en que no se dan las condiciones para hablar de Presupuestos con el Gobierno. En el caso de los secesionistas catalanes, sus peticiones no tienen nada que ver con los números, sino que apuntan a la causa judicial del procés: sin un gesto con los independentistas presos, no apoyarán las Cuentas.

El PNV espera, por su lado, recibir las transferencias que ya en su día fueron pactadas con el PSOE y que los socialistas se comprometieron a respaldar para conseguir el apoyo de los jetzales a la moción de censura que permitió a Pedro Sánchez llegar a la Presidencia.

Mientras sus socios se mantienen en el no, desde Ferraz se muestran confiados. «La negociación presupuestaria va muy bien y está muy encauzada», apuntó la portavoz socialista, Adriana Lastra, que adelantó que en las próximas horas podría dar «noticias buenas y concretas» sobre este asunto.