Silencio, austeridad y recogimiento son las palabras que mejor definen esta procesión que recorre las calles de la ciudad desde 2004. El recorrido ha guiado a los cofrades por distintas iglesias y capillas, algunas de ellas sedes canónicas de otras hermandades, donde se han detenido para rezar los Misterios de la Corona Franciscana, en los que se recuerdan siete episodios felices de la vida de la Virgen María y en los que se reza un Padre Nuestro y diez Ave Marías para concluir la procesión con otros dos, y hacer un total de 72, tantos como años, dice la tradición, que vivió la Virgen. Además, en la iglesia de San Francisco ha tenido lugar el acto de reconciliación donde los fieles han confesado sus pecados y se reconcilian con Dios, para empezar la Semana Santa libres de toda culpa.