Los becarios de la Banda Municipal de Música volvieron ayer a protagonizar una nueva movilización para protestar por esta condición que algunos arrastran  desde hace 16 años.

El  viernes habrá una nueva mesa de negociación en la que se abordará esta problemática, tal y como explicó ayer Valentín Martínez, delegado de CSI·F de la Junta de Personal del Ayuntamiento capitalino.

Recordó que los becarios tan solo están pidiendo que se dé una respuesta a su situación y, una vez que el equipo de Gobierno la dé, se pondrá fin a las movilizaciones que han llevado a cabo en el último mes. Mientras todo siga igual se mantendrán las acciones planificadas hasta ahora que son los tres próximos lunes salir a manifestarse a la calle.

Ayer, la movilización partió del edificio municipal de Canónigas y continuó por la Calle Mayor hasta la Plaza Mayor. Durante todo el recorrido fueron interpretando distintos temas, entre ellos, el Orejas de burro que tocaron mirando a la Casa Consistorial.

SU SITUACIÓN. Los becarios están obligados a presentarse en todos los conciertos de la Banda Municipal y a tres ensayos semanales, lo que supone el 85% de la dedicación de los músicos titulares, pero el Ayuntamiento ha intentado no reconocerles como trabajadores del mismo, prohibiéndoles la participación en las elecciones sindicales o cubriendo sus sueldos desde el capítulo del Departamento de Cultura y no desde el de Personal.  Como remuneración reciben una gratificación de 326 euros, y sólo desde hace dos años. Antes eran 160 euros. Hasta  esa fecha no estaban dados de alta en la Seguridad Social. La beca durante los años 2015 y 2016 no comienza el día 1 de enero, sino el día 22 de febrero, dejando desasistida a la Banda en actos como el Bautizo del Niño o Las Candelas. Los becarios están obligados a utilizar sus propios instrumentos, cuyo coste está por encima de la propia beca. Reclaman un reconocimiento de los derechos básicos como cualquier trabajador de la Banda.