La Diócesis y las Cofradías trabajan de cara a la celebración, el próximo 2 de marzo, de un Vía Crucis en la Catedral. La idea es escenificar el camino al Calvario de Jesús a través de la imaginería procesional de  la Semana Santa palentina. A día de hoy, el único detalle que  parece cerrado es el relativo a la fecha de su  celebración,  no así otros, que se encuentran entre los más sencillos, como la hora, que todavía está por de decidir aunque parece que la más viable es la de las 20 horas.

Una iniciativa de estas características, una vez que las partes están de acuerdo en que debe celebrarse, exige concreción logística, que es en lo  se está trabajando. Lo que está bastante claro es que su desarrollo, que sería premiado con el disfrute de algo así como una  Procesión General, exige de las Cofradías un gran esfuerzo que están dispuestas a asumir, aun más si cabe cuando acaba de conseguirse para la Semana Santa palentina el Interés Turístico Internacional,  Ahora tienen que ver cómo se ejecuta.

La celebración, ya en las fechas de Cuaresma, se enmarcaría dentro de Año de la Fe y las peregrinaciones a la Catedral. Además, va a tener un  carácter benéfico, ya que se ha concebido como colecta a beneficio de los más necesitados, que perfectamente entronca con el espíritu de las Cofradías de cultivar  la caridad.

Por otra parte, desde el 8 hasta el 25 de enero la Iglesia celebra la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. El lema de este año es ¿Qué exige el Señor de nosotros?. En este sentido, la Semana de Oración por la Unidad recuerda que hoy Dios exige que todos los cristianos caminen unidos por la senda de la justicia, la compasión y la humildad. Así, el 25 de enero el obispo de la Diócesis, Esteban Escudero,  presidirá una celebración ecuménica en la iglesia de San Agustín bajo el lema Caminar por la senda de la justicia conduce a la vida. Dicha celebración contará con la colaboración de las hermanas agustinas del Monasterio de la Conversión. Será a las 20 horas.

Comentar por otro lado, que  quedan dos meses para el Viernes de Dolores y que la Semana Santa es una de las fiestas más profundas y arraigadas.  Tiene siglos de historia y tradición y en ella se recuerda la pasión y muerte de Jesucristo. Las calles de la capital  palentina y de muchos pueblos se convierten en escenarios de fervor y devoción religiosa, en los que se entremezclan el duelo y el recogimiento al recordar la muerte de Cristo, con la música, el arte y desfiles solemnes en los que numerosas personas acompañan a las imágenes religiosas.