La selección española de balonmano femenino selló ayer su pase a las semifinales del campeonato de Europa de Hungría y Croacia, después de doblegar a Dinamarca en un choque a vida o muerte, que las de Jorge Dueñas solventaron con autoridad y calidad para citarse con Montenegro. Las ‘guerreras’ no fallaron a la pelea por las medallas recuperando la senda victoriosa de la primera fase del torneo.
La primera mitad dejó un intenso 15-12 al descanso que, tras el paso por los vestuarios, el bloque nacional engordó sin miramientos hasta fulminar a su rival. De esta forma, las ‘guerreras’ enderezaron el rumbo justo a tiempo, tras las derrotas ante Noruega y Rumanía, para acceder a la lucha por las medallas como segunda del Grupo 1.
Sin duda, el todo o nada que representaba el duelo en el Fönix Csarnok de Debrecen (Hungría) atenazó el juego de ambos combinados en los primeros minutos. Ni españolas ni danesas se libraron de las pérdidas ni las precipitaciones. Las de Dueñas permitieron las veloces contras de su rival, pero, aún así, con gran protagonismo de Nerea Pena y Silvia Navarro, gozaban de pequeñas ventajas en el luminoso.
Y es que, a pesar de las pérdidas, consecuencia también de la alta intensidad del choque, las jugadoras patrias mandaban en el encuentro con una gran actual coral. Carmen Martín empezó marcando el camino con dos tantos, pero no tardaron en ponerse las pilas el resto de ‘guerreras’, así como la valenciana bajo palos. La entrada de Macarena Aguilar mediada la primera mitad aportó aún más movilidad a un ataque con ganas de resarcirse de la mala segunda mitad ante Rumanía.
Tras el descanso España guardó su ventaja de manera magistral. Sin bajar un ápice la intensidad, las ‘guerreras’ pasaron por encima de su rival, devolviéndole los goles en velocidad (22-16). España se gustaba y a Dinamarca se le hacía de noche, como les ocurriera en la lucha por el bronce del Mundial de 2011 y en la fase de grupos de los Juegos de Londres ante las de Dueñas.
La pelea por las medallas era un hecho que no tardó en confirmarse. Así, tras la plata continental en 2008, España se dispone a alcanzar una nueva gesta ante Montenegro, subcampeona olímpica y defensora del título europeo.