Son ya veintidós años los que lleva el Mercado Medieval de Aguilar de Campoo celebrándose en la plaza de España con el fin de atraer a visitantes y, sobre todo, para ofrecer a los vecinos de la comarca un gran número de productos artesanales y agrolimentarios.
Aunque ya se abrieron los más de cincuenta expositores el viernes por la tarde, ayer fue la jornada inaugural de este gran mercado, en el que se exhiben centenares de productos de todo tipo para que las personas que acudan puedan adquirir casi de todo.
Basta un recorrido para conocer una oferta que va desde pulseras, pendientes y collares de cuentas, plata y cristales Swarovski -hay todo tipo de bisutería, incluso con alusiones mitológicas-, hasta marroquinería, juguetes de madera para los más pequeños, cajitas pintadas, hierbas medicinales con las que atajar algunos males, cosméticos naturales, productos de aloe vera y artículos elaborados con madera, piel e, incluso, carbón.
El visitante más atrevido se puede hacer tatuajes de henna, o, si no, adquirir ambientadores y velas o ver los talleres demostrativos de madera, pirograbado y modelado.
No falta la cita con la gastronomía de otras provincias de la región, de Cantabria o Asturias, y se pueden comprar embutidos, quesos, mieles, pan y dulces que deleitarán todos los paladares. También hay una taberna a la antigua usanza en la que se asan a la parrilla productos cárnicos, una pulpería y una crepería.
«Es una actividad que gusta mucho a la gente aunque para próximas ediciones estamos pensando en introducir alguna novedad», explica el nuevo concejal de las áreas de Festejos y Mercados, Diego Pérez.
El XXII Mercado Medieval, que es uno de los pioneros en la región, está muy animado no solo por la gran cantidad de visitantes que se acerca para ver los expositores sino por las actuaciones de la compañía Epa Juglares, integrada por cinco componentes. En la muestra no falta tampoco la diversión para los más pequeños con talleres y la Barca.
Durante la presente jornada aún se podrá disfrutar de la actividad por la que el Consistorio, al igual que en las dos últimas ediciones, no tendrá que abonar nada. Antes tenía un coste de 12.000 euros pero ahora se incluye como mejora por parte de la empresa a la que se adjudicaron las principales actividades de las fiestas.