La necesidad de un nuevo hospital universitario de Palencia

José Jolín, gerente del Caupa
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Resulta inquietante comprobar que un asunto de trascendental importancia para Palencia, como es la construcción del nuevo hospital Universitario, alguien pretenda cuestionarlo después de tanto tiempo persiguiéndolo. Llevamos más de una década debatiendo esta importante, necesaria, indispensable y fundamental estructura para nuestra ciudad y provincia y también, dicho sea de paso, de nuestra Comunidad Autónoma. Cuando por fin su inicio está al alcance de la mano, paradójicamente se plantea en determinados ámbitos políticos su necesidad total o parcial, de esta o aquella manera, o contraponiéndolo a otros dispositivos sociales, educativos o sanitarios en Palencia o en su provincia.

Es importante comenzar recordando que Palencia es la única provincia de Castilla y León que no ha tenido una reforma integral ni desarrollo de nueva planta en sus estructuras hospitalarias. Las transferencias del extinto Insalud llevaron consigo unas reformas de las infraestructuras sanitarias de Castilla y León de gran calado en sucesivos planes de mejora y de construcción, sin embargo aquí “el gran calado” se quedó en el nuevo edificio de consultas externas, inaugurado en 2010, y que, por cierto, no sustituía a nada, simplemente, desde los años 80, dejamos de disponer de un ambulatorio de especialidades en la ciudad.

Por otra parte, y con objeto de centrar el debate, esta necesidad no es incompatible con otros posibles recursos o dispositivos asistenciales de la provincia. No es mi función determinarlos, planificarlos o evaluarlos, sí lo es, sin duda, garantizar una atención especializada de calidad con los recursos disponibles. En este sentido quiero poner de manifiesto que cualquier gestor sanitario conoce perfectamente que la especialización es lo que distingue a la atención hospitalaria, y la accesibilidad y el poder resolutivo a la atención primaria, teniendo ambas como factor común el objetivo de la calidad total, es decir, conseguir los mejores resultados, haciendo lo que se debe de hacer, a un coste soportable.

El debate sobre el nuevo hospital Universitario se trata de una cuestaón sanitaria y asistencial, sustancialmente técnica, en donde se deben acomodar múltiples variables estructurales, tecnológicas, demográficas, de eficiencia, energéticas… No es por tanto, en mi opinión, una cuestión perteneciente al debate político. Sin embargo, observo con preocupación como se pone en entredicho y de forma ciertamente irresponsable un bien común imprescindible para garantizar la atención sanitaria de Palencia en los próximos decenios. Detrás de cualquier consideración referente al nuevo hospital debería existir su consecuente responsabilidad de cara al futuro, a la población que atendemos, a los colectivos y asociaciones de pacientes, a los defensores de la sanidad pública y, muy especialmente, a los pacientes que pueden ser privados de lo que los responsables de la Sanidad Pública de Palencia consideramos una necesidad incuestionable

La decisión del nuevo hospital se adoptó en su momento, descartándose una compleja y probablemente más costosa reforma integral de tres edificios (Materno, Río Carrión y San Telmo) y, además, sin posibilidad de unificar estructuras, y, lo mas importante, generando irresolubles problemas de asistencia sanitaria en esas condiciones. Cada día que pasa puedo asegurar con el mejor criterio la pertinencia del nuevo hospital y, sobre todo, su necesidad, porque diversas unidades y servicios tienen ya fecha de caducidad. No podemos estar permanentemente cuestionando decisiones de esta importancia, cuando llevamos más de dos lustros persiguiendo el objetivo.

Pocos ciudadanos conocen cómo se ha ido gestando y definiendo el actual proyecto. En 2012 y ante la incertidumbre económica y el escenario que se venía encima, en el actual equipo directivo adoptamos una importante decisión para facilitar la consecución del nuevo hospital. Propusimos a las autoridades, entre otros motivos, para garantizar su viabilidad presupuestaria, realizarlo en fases sucesivas, tres concretamente, iniciándose por el bloque técnico, verdadero pulmón y corazón del nuevo hospital y en donde se localizarían aquellas unidades más prioritarias en cuanto a su necesidad de reforma estructural y asistencial; aquí se ubicarían las urgencias, el bloque quirúrgico y obstétrico, hospital de día médico-quirúrgico, anatomía patológica, gabinetes endoscópicos, UCI, Radiodiagnóstico, Laboratorio integrado, etc. Otra cuestión de especial importancia en cuanto a la futura eficiencia y que también se definió en ese momento, fue la de unificar todas los dispositivos en el nuevo hospital, por lo tanto, y una vez finalizada la tercera fase del nuevo hospital, ya no sería necesario asistencialmente el hospital “San Telmo” que, sin lugar a dudas, está dando lo mejor de sí mismo después de muchos años de servicio a la sociedad palentina.

Ahora mismo es precisamente cuando la situación es más difícil de mantener. Nadie invierte, renueva o reforma lo que no va a continuar a no ser que sean cuestiones urgentes o indispensables. Sin embargo, cada mes que nos demoramos, las necesidades se hacen más evidentes y, como ejemplo, el cambio actual de las conducciones de agua en todo el hospital “Río Carrión” por un importe superior a 700.000 euros, para poder garantizar la disponibilidad de agua caliente en determinadas habitaciones de hospitalización.

De tanto seguir debatiendo las necesidades corremos el peligro no ya de llegar los últimos sino de no llegar, y mientras tanto, pacientes, por ejemplo oncológicos y nefrológicos, de nuestro Área de Salud, deben de hacer diariamente viajes de muchos kilómetros a otras provincias para procurar determinados tratamientos a los que deberíamos dar respuesta en nuestro hospital general.

En el Complejo Asistencial Universitario de Palencia creemos y apostamos por la Sanidad Pública y la gestión pública de los hospitales, para ello, en primer lugar, entendemos que debemos dignificar la Sanidad Pública mediante trabajo, esfuerzo, resultados, también con la calidad, la docencia, la investigación, con la acreditación, por ejemplo, como hospital Universitario -el único de nuestra categoría en Castilla y León que tiene esta denominación-, con buenos indicadores comparativos de demoras y listas de espera, etc. La Sanidad Pública puede funcionar bien y así lo demostramos en el CAUPA; además, y en segundo lugar, no entramos en competencia con la Sanidad Privada, simplemente priorizamos nuestros objetivos con medios propios frente a otros tipos de intereses particulares o económicos, colectivos o individuales, semipúblicos o empresariales. Es decir, apostamos por una Sanidad Pública que pueda garantizar una asistencia sanitaria completa y de calidad a los palentinos para las próximas décadas, para ello es imprescindible el nuevo hospital.

Durante los más de siete años elaborando, revisando y actualizando el Plan Funcional y de Espacios del nuevo hospital hemos garantizado la información, la participación y el consenso en donde ha sido posible. Una vez elaborado el anteproyecto hemos vuelto a dar participación a todos los servicios y unidades destinados al bloque técnico. Más de 150 alegaciones aportadas por los profesionales han sido tramitadas y una gran mayoría aceptadas por los servicios centrales del Sacyl y los arquitectos e ingenieros del proyecto. Estamos apostando por un hospital moderno, innovador, a medida de pacientes y profesionales.

Animo, por último, a conjugar el verbo reivindicar en la segunda persona del plural, nosotros reivindicamos, el riesgo cierto es que la tercera del plural, ellos reivindican, compite en persuasión y entusiasmo para que la inversión o parte de ella se destine a otras prioridades sanitarias de otras provincias de nuestra Comunidad que, y lo aseguro, son capaces de tragarse sin empacho esto y mucho más.

Es mucho lo que está en juego, no solamente la garantía de futuro de la Atención Especializada, también una inversión económica para un bien común como hasta ahora nunca ha tenido Palencia, además de muchos cientos de puestos de trabajo directos y otros más indirectos y la posibilidad de entrar de lleno en el siglo XXI. No vamos a disponer de un hospital faraónico, pero tampoco vamos a tener un hospital de rebajas, será, en definitiva, un hospital adecuado a nuestras necesidades asistenciales, docentes, formativas e investigadoras, presentes y futuras.

Queridos palentinos, se puede decir más alto, no más claro.