Pinot reina en los Lagos

SPC
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El francés firma una épica victoria en solitario en una etapa en la que Yates consolida el maillot rojo

Thibaut Pinot (Groupama FDJ) inscribió ayer su nombre en la mítica cima de los Lagos de Covadonga con una contundente victoria en solitario en la decimoquinta etapa que cerraba el tríptico de montaña asturleonés, de donde salió airoso el británico Simon Yates (Mitchelton), que mantiene el liderato.

El galo, de 28 años, se aprovechó del marcaje entre los favoritos en el ascenso final e hizo rentable un ataque a 6,5 kilómetros de la cima que le permitió estrenar su palmarés en la Vuelta y firmar el cuarto triunfo francés en la presente edición.

Aprovechó que no era un corredor ‘peligroso’ para la general para levantar los brazos entre la bucólica niebla del paraje de los Picos de Europa, con una ventaja de 28 segundos sobre el colombiano Miguel Ángel ‘Supermán’ López (Astana) y 30 respecto a Yates, que defendió con bravura el maillot rojo.

El británico se mostró como el más fuerte entre los favoritos, y aunque las diferencias fueron exiguas, aún pudo meterle seis segundos a Alejandro Valverde y ocho a Nairo Quintana, el dúo del Movistar que no pudo con el líder por segunda jornada consecutiva, en un calco de la víspera en Les Praeres.

Enorme en la subida el joven Enric Mas, que entró junto a Quintana a 34 segundos después de varios intentos de despegue. El balear sigue empeñado en demostrar que el futuro del ciclismo español debe contar con él. La jornada dejó daños en el colombiano Rogoberto Urán, a 1,25 en meta, y en el vasco Ion Izagirre, a 1,49.

La general se va aclarando poco a poco, pero nada se ha decidido. Yates vivirá hoy el día de descanso convencido de que la crono de mañana «puede ser decisiva». El reloj aclarará más la situación. Valverde le sigue a 26 segundos, Quintana a 33 y ‘Supermán’ López a 43. Son los candidatos al podio. En diferencias apreciables están Enric Mas a 1,55, Urán a 2,27 e Izagirre a 3,03.

La ‘etapa reina’ de la Vuelta disputada entre Ribera de Arriba y Lagos de Covadonga, de 178,2 kilómetros, era el examen más consistente de montaña del norte, con 4.000 metros de desnivel acumulado y doble paso por el Mirador del Fito antes de la prueba de fuego en las rampas de la montaña de Covadonga, lugar de culto del ciclismo nacional.

La escapada de 12 corredores que animó el trayecto no iba a llegar a buen puerto, pues el pelotón enseguida dejó claro que los hombres de arriba se iban a pronunciar en la última subida. El grupo de Cortina, Roche, Erviti, King, Rolland, Bennett, Van Poppel, Geoghegan, Mollema, Felline, Conti y Schultzpada nunca tuvieron una ventaja superior a los cuatro minutos.

No hubo opción para sorpresas, por mucho que el asturiano Iván García Cortina (Bahrain) saliera en fuga en Cangas de Onís para darse un baño de multitudes ante su afición. Astana cortaba la respiración al frente del grupo y le echó el lazo a ocho kilómetros de la llegada.

Entonces atacó López, el primero en prender la traca. El colombiano fue neutralizado por Yates y Valverde. Un marcaje entre los ‘gallos’ que aprovechó Pinot para dar un golpe en la mesa. El francés no entrañaba peligro y le dejaron volar.

Un regalo para el máximo representante del ciclismo francés junto a Bardet y Alaphilippe, que aprovechó para lograr una victoria especial, sucediendo en el palmarés a Nairo Quintana.