El tenista Rafa Nadal rechazó ayer que el tratamiento con células madre al que se está sometiendo para aliviar sus problemas de espalda esté considerado como dopaje. «No creo que sea así. Nos regimos por unas normas mundiales y evidentemente, lo que se puede hacer, se hace, y lo que no, en mi vida lo haría. Nunca intentaría nada que comprometiese mi salud», señaló el ‘número tres’ del ‘ranking’.

De esta manera, el balear trató de zanjar así la información publicada recientemente por varios medios, que aseguraban que el método con el que se recupera el español es ilegal en Italia y dejaban caer la sombra de la sospecha en torno al manacorí.

Nadal sufrió un bloqueo en la espalda en la final del Abierto de Australia en el pasado mes de enero y arrastró problemas toda la temporada, por lo que decidió someterse al tratamiento al término de la misma.

«Es un tema de células madre, y para hacerlo bien necesitas cinco semanas», reveló su tío y entrenador, Toni Nadal. «Vuelve a entrenar en diciembre precisamente por eso, porque el tratamiento es de cinco semanas», explicó.

Campeón de 14 ‘Grand Slam’, el balear explicó en qué consiste el tratamiento: «Sacan el plasma de tu propia sangre, lo centrifugan y quedan factores de crecimiento que te inyectan para intentar regenerar».

El español aseguró, además, que el proceso médico de la espalda es ligeramente diferente al que se sometió, también con células madre, en la rodilla. «La metodología de uno y otro tratamiento no creo que sea muy lejana, solo que simplemente ésta (la que está utilizando actualmente) resulta un poco más agresiva porque tienen que hacerte unos agujeros en la parte inferior de la espalda para extraerte las células madre de la cresta ilíaca. Después, han de cultivarse y reproducirse para intentar que la regeneración de los tejidos sea más rápida».

Podemos. El ‘número tres’ del ‘ranking’ , uno de los rostros más conocidos de España, se negó a dar su opinión sobre el nuevo partido político Podemos, una formación que con menos de un año de vida amenaza con romper el tradicional bipartidismo del país. «Mire, seré sincero. No voy a contestar a esta pregunta, por el simple hecho de que soy un personaje público y mis palabras pueden tener una trascendencia. Soy una persona informada, pero no quiero que se malinterpreten o no mis palabras», señaló.