Elena Anaya: «Cuando vivía en Palencia, llegar hasta aquí ni siquiera entraba en mis sueños»

Aida Acitores
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La piel que habito, Van Helsing, Alatriste, Lucía y el sexo, In the land of women... La actriz palentina lleva casi dos décadas haciendo cine. Nuestra Chica Almodóvar se ha ganado el reconocimiento de sus compañeros, los críticos y el público

Mientras le ‘llueven’ los premios, Anaya pone sus esfuerzos en leer guiones y preparar futuros proyectos. - Foto: ICAL

Un Goya, un Fotogramas, el José María Forqué, un homenaje en Málaga... Elena Anaya vive su mejor momento profesional, pero trata de mantener los pies en el suelo, sin perder de vista que, tras el éxito cosechado por La piel que habito, «la vida sigue igual que siempre». Nuestra Chica Almodóvar ha recibido el cariño de sus paisanos palentinos, que la tienen ya entre sus más importantes iconos.

El viernes se estrenó en España Cairo Time, una película romántica escrita y dirigida por la canadiense Ruba Nadda en la que usted interpreta a Kathryn. Rodó esta película en 2009. ¿Qué destaca de ella?

Es una historia sencilla, la de un encuentro entre dos personas que, por casualidades de la vida, van a compartir un tiempo juntas en El Cairo. Una historia donde el ritmo no es lo que mueve las acciones de la película, sino los silencios. Esas emociones que se quedan por debajo, a punto de explotar. Todo lo que está a punto de pasar y que los personajes no se dan la libertad de vivirlo.

El Festival de Málaga de Cine Español le rendirá homenaje entre los días 21 y 28 de este mes, con el Premio Málaga - Sur. También acaba de recibir el Goya, el Fotograma de Plata, el José María Forqué... ¡Le llueven los reconocimientos!

Son premios que dan mucha alegría. Estoy viviendo un momento bonito, recibiendo todo ese reconocimiento por parte de mis compañeros, los críticos, los miembros de la Academia de Cine... Y ahora del Festival de Málaga, que es un festival que le hace un gran favor al cine español. Éste es un momento para recibir todo ese reconocimiento y agradecerlo con todo mi ser. Y por supuesto disfrutarlo. Pero también me planteo un momento para seguir trabajando, leyendo muchos guiones y deseando que lleguen más proyectos y acertar a la hora de elegir y seguir preparándome como actriz.

El ‘Goya’ a la Mejor Actriz por ‘La piel que habito’ es un punto de inflexión en su carrera.El ‘Goya’ a la Mejor Actriz por ‘La piel que habito’ es un punto de inflexión en su carrera. - Foto: REUTERS La vida sigue, se mantiene, ¿no? Es bonito, maravilloso recibir y aceptar ese apoyo, pero también es importante asumir que todo sigue igual y que estamos viviendo un momento muy difícil para el cine.

Más que alcanzar la cumbre, ¿vive todo esto como una etapa que se abre?

Más que abrirse, lo vivo como que sigue un poco lo mismo. Hay varias ofertas y proyectos: uno inglés, uno americano, dos españoles... Los asumo con ganas y con el deseo de que varios de ellos se terminen de financiar y, por otra parte, con muchas ganas de seguir rodando.

Después de recibir el Goya, destacó que este premio ha sido importante para usted porque ha hecho feliz a sus amigos y su familia. ¿Le ha llegado, también, la alegría generalizada de la gente de su tierra?

¡Claro! Los palentinos están incluidos en ese mis amigos, por supuesto que lo he notado. He recibido telegramas, cartas y mucho cariño de muchos palentinos y palentinas. Gente anónima, de la calle, y también personas de la provincia que no conocía. Por ejemplo, te sorprende y agrada que te escriba el alcalde de Palencia una carta tan bonita, ¡qué simpático! La verdad es que sí, me ha llegado la alegría de Palencia.

¿Qué recuerdos tiene de Palencia? ¿Qué siente cuando vuelve?

Yo he sido muy feliz viviendo allí, he disfrutado mucho y me he sentido muy arropada por una familia extraordinaria y unos amigos estupendos. Es una ciudad súper agradable para vivir, crecer y formarse como persona, así que tengo unos recuerdos extraordinarios. Desafortundamente, ahora ya no son los mismos buenos recuerdos, desde la pérdida de mi padre en diciembre. Pero ahora nos toca pasar esa etapa.

Sabe que ya es un icono para los palentinos y quizá muchos jóvenes de aquí se fijen en su trayectoria para marcarse sus propias metas. ¿Les ofrece algún consejo?

Bueno... No soy ningún ejemplo para nadie. No quiero serlo. Lo que quiero, simplemente, es que vayan al cine a ver las películas que hago. ¿Consejos? Ninguno más allá de lo que mis experiencias me han enseñado y los que me ha ofrecido la gente que me quiere: Coherencia en la vida, disciplina... Perseguir los sueños y darlo todo por alcanzarlos, o lo importante que es el respeto hacia los demás.

En otra entrevista con DP nos contó que, cuando rodó su primera película, pensaba que jamás volvería a repetirse esa experiencia. ¿Soñó alguna vez con ser una Chica Almodóvar, viajar a Hollywood, trabajar con León de Aranoa o Médem...?

Sinceramente, no. Cuando vivía en Palencia, como tú, eso no formaba parte de mis sueños. Sí que decidí estudiar interpretación porque es lo que más se aproximaba a quello que yo quería hacer. Me vine a Madrid, como mucha gente que se tiene que marchar fuera a estudiar, y lo di todo.

Esta profesión me lo ha dado todo. He tenido suerte, pero sobre todo he tenido el apoyo de mis padres para llegar hasta Madrid. Porque, si no, me habría quedado en Valladolid estudiando otra cosa. Pero no soñaba, ni por asomo, todo esto. Me vine a Madrid sabiendo que éste es un oficio difícil, duro. Consciente de que había mucha gente muy buena, bien preparada y con talento.

Háblenos de cómo es trabajar con Pedro Almodóvar

Pedro es un director extraordinario, fuera de lo común. Es un maestro, amante de su oficio como pocos. Simplemente eso es muy grato: tener al lado a alguien que lo da todo por y para su película. Lo da todo... Y lo pide todo. Y eso puede satisfacer mucho a un actor, que saquen de ti el máximo y la película quede lo mejor posible. Y, bueno, es alguien que sabe y que ve más allá que la media de la gente, muy entrenado en conocer al ser humano y entender su alma y sus miserias. Eso es algo que le convierte en un ser distinto, un contador de historias como pocos.

Antes hablaba del mal momento que vive el sector. ¿Sufre más el cine español, con esa progresiva falta de respaldo institucional?

No es sólo el cine español. De hecho, el nuestro no es el que peor lo está pasando ahora mismo. Vivimos momentos complicados, con muchos recortes, pero no toda la culpa la tiene la retirada de subvenciones. Hay un nuevo sistema de financiación que todavía no está estudiado ni determinado. Y hasta que ese sistema se elabore, concrete y ponga en marcha, habrá un pequeño parón en el cine. De hecho, en 2012 se ha reducido el número de rodajes de forma brutal.

Usted, de momento, tiene varios proyectos entre manos aquí y fuera de España. ¿Con qué cine crece más un actor, con el español o el hollywoodiense?

No lo sé... Yo he aprendido y crecido con todas las experiencias que he vivido en cada uno de los rodajes y no sólo las que he vivido como actriz. Todas las experiencias son válidas para crecer. ¿En qué país se trabaja mejor? No lo sé pero, en cualquier caso, está bien poderse pegar un salto de vez en cuando y arriesgar, intentar conocer otros idiomas y expresarte en ellos, conversar con la gente... Eso sin duda dificulta el trabajo, pero no lo hace imposible. Y me alegra mucho tener la opción de trabajar en otras lenguas y países, son experiencias que en mi vida normal no hallo.

Nacida en... Palencia, el 17 de julio de 1975

Estudió... En el Colegio Santo Ángel. Después, estudió interpretación en Madrid en la escuela de Juan Carlos Corazza, tras un breve paso por la Real Escuela Superior de Arte Dramático.

Filmografía: Cuatro obras de teatro y 31 películas. La primera, África, de Alfonso Ungría (1996) y la última, La piel que habito, de Pedro Almodóvar(2011).

Lo bueno de Palencia: Los palentinos y las palentinas.

Y lo malo: El frío.

Un lugar de Palencia donde rodar: El río Carrión.

Un recuerdo de película: El Canal de Castilla.

Una anécdota de comedia: En verano, vivíamos cerca de Villamuriel. Mi madre nos llevaba en una canoa canadiense, a mis dos hermanos y a mí, a comprar pan y huevos al pueblo. ¡Flipaban cuando nos veían!

Un sueño por cumplir: Hacerme muy muy mayor y seguir dedicándome a este oficio, que tanto me gusta.