• El Pantano de Aguilar redujo ayer su caudal de vertido al Pisuerga a casi la mitad de lo desaguado, pese a no haber estaciones en alarma ni en alerta.
Las filtraciones de las lluvias de los últimos días en la capital palentina han convertido desde el jueves a la cripta de la Catedral de San Antolín en un depósito de agua que ha tenido que ser vaciado para evitar que las aguas alcanzaran una altura peligrosa para las instalaciones allí colocadas.
El jueves, poco antes de mediodía, el Parque de Bomberos recibió la petición de que acudieran a la Seo para achicar el agua que se había acumulado en la zona visigoda del templo.
Según informaron los bomberos, un equipo se desplazó hasta el edificio del siglo VII, para sacar el agua haciendo uso del pozo del que cada año beben cientos de palentinos el día del Patrono. «Actúa como un vaso comunicante. Reducimos el nivel freático de la zona a través del pozo, y lo que hay en la superficie se filtra hacia el suelo», señalaron. Se acumuló tanto el jueves como ayer, una lámina de agua de 10 centímetros. «No pone para nada en riesgo al edificio», matizaron.
No es la primera vez que el Parque de Bomberos debe desplazarse a la cripta. «Hace unos tres meses ya estuvimos también». Estas inundaciones son algo habitual, debido, explican, a que el nivel freático de esta zona es bastante alto, a lo que hay que añadir que la Cripta está a varios metros bajo el nivel de la calle. Las filtraciones se generan sobre todo en la parte visigoda de la Cripta, en el ábside.
Ríos. Por otro lado, los ríos de la provincia, aunque siguen llevando caudales abundantes, dejaron los niveles que la CHD considera como de alarma.
El último en salir de ese estadio fue el Arlanza, que durante la madrugada, y tras las fuertes lluvias del miércoles en Burgos, alcanzó un pico de casi 300 m3/s, más incluso que durante el pasado fin de semana.
Ya en la tarde de ayer, el volumen de agua descendió hasta los 245, fuera de la alarma. En el Carrión ninguna estación de aforo estuvo por encima de los niveles seguros marcados por la CHD.
Mientras, en el Pisuerga, que ha mantenido una relativa normalidad durante toda la semana, el Pantano de Aguilar redujo a casi la mitad su aportación al río depues de haber hecho hueco a tres hectómetros de agua en los últimos días y estar al 93% de su capacidad.