Ellas toman el mando, y punto. Aquí no se habla más, y si se habla, hay que atenerse a las consecuencias (metafóricamente hablando).

En Becerril de Campos el día de las Águedas las mujeres llevan la iniciativa, y se hacen notar.

Para eso es su fiesta, y la celebran como mandan los cánones, de punta en blanco, con música y muchas ganas de disfrutar de una agradable jornada de convivencia.

Mario Granda y Estéfana Juárez. - Foto: dp Santa Águeda es la excusa perfecta para reivindicarse.

Un centenar de mujeres tomaron parte en las actividades programadas y una, Estéfana Juárez, acaparó el protagonismo.

Ella simbolizó el traspaso de poderes.

Tomó el bastón de mando municipal de manos del alcalde de Becerril de Campos, Mario Granda, quien emplazó a las mujeres de la localidad a pelear «por mantener las tradiciones». Granda les recordó que su papel es «fundamental» y que buena parte del futuro del medio rural pasa por la labor que desempeñan las mujeres, motor de los pueblos.

Para el regidor municipal becerrileño, el traspaso de poderes -provisional-, no le supuso trauma alguno y con agrado cedió el mando a esta mujer, integrante de la Asociación de Amas de Casa Santa María. Granda dejaba el gobierno municipal en buenas manos.

Recuperar. Santa María ha logrado recuperar una festividad que había caído en el olvido en Becerril de Campos y que no está exenta de algunas peculiaridades.

Pudieron verse capas castellanas e incluso trajes de época que aportaron colorido a unas celebraciones que apenas varían de un año para otro, signo inequívoco de que lo que funciona, es mejor no cambiarlo.

Celebración religiosa, procesión y comida de hermandad son las tres patas sobre las que se asientan unas actividades donde la música castellana aporta otro toque.