El guardián de todos los mapas de la provincia de Palencia

Carlos H. Sanz
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Minucioso trabajo. Su publicación en 2015 culminó un minucioso trabajo de ocho años. El reto para este año, actualizar los planos de la Montaña Palencia y editar un mapa temático con senderos, miradores, etc.

Los mapas más antiguos que se conocen tienen 5.000 años. Durante 50 siglos, la humanidad ha buscado la forma de representar el territorio en el que vive, de contar con documentos que le permitan calcular distancias y superficies. Desde el Mapa de Bedolina en el que el hombre de la Edad de Hierro localizó posibles campos de cultivo, cabañas/graneros y caminos  en Val Camonica (Italia) hasta Google Maps, el  servicio en línea de mapas y cartografía más conocido y utilizado del mundo. 
Palencia no ha sido ajena a este interés. Si nos centramos en la cartografía, el mapa histórico de la provincia más antiguo que existe data de 1782 y es obra de Tomás López. El más actual se publicó en septiembre del año pasado y supone la culminación de ocho años de trabajo de los técnicos del Servicio Regional del Instituto Geográfico Nacional.
Es este organismo, dependiente del Ministerio de Fomento, el que en la actualidad se encarga de mantener el Sistema Cartográfico Nacional. Su Servicio Regional tiene sede en Valladolid, mientras que en Palencia, su punta de lanza es la Casa del Mapa, que tiene su sede en el Edificio de Usos Múltiples de la Administración del Estado.
Allí reciben a Diario Palentino Olegario Vaquero Cebrián, director del Servicio Regional del Instituto Geográfico Nacional; y Jesús Sáez Velasco, quien está al cargo de la oficina palentina. El objetivo de nuestra visita: conocer cómo se hace un mapa y, a través de esta labor, un poco más del trabajo del IGN.
La edición de un mapa provincial oficial es un trabajo arduo y minucioso. En el de Palencia se intersecan 31 hojas o cuadrículas de escala 1:50.000. Y cada una de ellas se compone de cuatro mapas de la máxima precisión (1:25.000). 
«En la realización de este mapa intervienen varios ingredientes:el mapa anterior,  fotografías aéreas (el Plan Nacional de Ortografía Aérea renueva cada cuatro años la fotografía de toda España, y que, por cierto, este año y el próximo tocará Palencia) e imágenes de satélite (Plan Nacional de Teledetección)», explica Olegario Vaquero.
Esta información se fusiona en programas infomáticos que diseñan un primer borrador. «Con esos borradores se va al campo y ahí empieza el trabajo del topógrafo. Con GPS y  PDA en mano, se hacen todas las correcciones, se edita el borrador y se vuelve a revisar», detalla. Para que el lector pueda hacerse una idea, cada revisión de los cuatro cuadrantes a escala 1:25.000 de una hoja puede exigir varios meses de trabajo. «En la actualidad, se está trabajando en la automatización de procesos para agilizar esta tarea», señala Vaquero Cebrián.
«El último paso es editar el mapa. Primero en la página web del Centro de Descargas del Centro Nacional de Información Geográfica (http://centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas) y después se pasa ya a papel, a escala 1:200.000 en el caso del provincial. Es un proceso largo y constante, y aunque no me atrevo a dar una cifra exacta, sí es posible que de Castilla y León se actualicen unos 40 hojas de escala 1:50.000 al año», especifica el director del Servicio Regional del Instituto Geográfico Nacional.
«El tiempo que transcurre entre que se edita y se comercializa una edición y otra es de unos seis años. En ese tiempo se trabaja en las variaciones que hay en las diferentes hojas que componen el mapa provincial. No obstante, la renovación del mapa provincial no depende tanto de la antigüedad como de los cambios en el territorio que se produzcan. Si en una provincia se han producido muchas modificaciones se adelanta, aunque no siempre hay que hacer una edición total sino retoques», añade. 
En el caso de la provincia de Palencia, las zonas más rápidas de mapear están en la montaña, ya que sufren menos variaciones a lo largo de los años; las que más tiempo llevan serían la capital y alrededores, ya que con la llegada del AVE y el desarrollo de las redes de comunicaciones por carretera y fluviales, así como el de los propios núcleos de población, han sufrido muchos cambios» 
La última actualización es de 2014 y se puso a la venta en septiembre de 2015, con motivo de las Fiestas de San Antolín de la capital palentina. En este mapa, por ejemplo, en la parte de la línea de AVE que va a León desde la capital consta la leyenda ferrocarril en construcción porque en ese momento se estaba haciendo.
«Hoy está en servicio, pero tener en cuenta estos detalles es lo que nos hace ver cómo evoluciona el territorio. Por eso no debe importar tanto que en el último mapa figure en construcción pese a que ya está en servicio como el hecho de que nos permite observar la evolución del territorio mediante la cartografía», resalta Olegario Vaquero.
El Instituto Geográfico Nacional ha publicado siete ediciones del mapa provincial de Palencia. La primera data de 1936 y las posteriores de 1972, 1983, 1990, 1995 y 2006. La de 2014 es la última, por ahora. 
Todas estas publicaciones se pueden encontrar en la Casa del Mapa. También se pueden descargar de forma gratuita en el Centro de Descargas del Centro Nacional de Información Geográfica. Si no se dispone de medios, la propia Casa del Mapa los vende al precio de 6 euros, además de disponer de un servicio de reprografía a través del Servicio Regional.
 
Próximo mapa de la montaña Palentina.  Pese a que el mapa provincial está recién salido del horno, el Instituto Geográfico Nacional no ha cejado en su interés por seguir mejorando la cartografía de Palencia. Su último trabajo está siendo actualizar las cuatro hojas en las que se dibuja la Montaña Palentina, en total 16 mapas de la máxima precisión (1:25.000).
Esta actualización será la primera que publique tras el último mapa provincial y viene con sorpresa: la edición de un nuevo mapa temático de la Montaña Palentina. En él se incluirá el mapa topográfico pero se eliminará otra información para no sobrecargarlo y, así, poder incluir senderos de gran y pequeño recorrido, sitios singulares, miradores, vistas... 
«No será tanto un mapa turístico como una buena herramienta para aquel que quiera hacer senderismo, que le gusten las rutas o para pasar un fin de semana en el campo», comenta el  director del Servicio Regional del Instituto Geográfico Nacional. Si todo marcha según lo previsto, este mapa temático estará a la venta en la Feria del Libro de las Fiestas de San Antolín 2016.
 
«Siempre se parte de la máxima precisión y se va escalando»
«El Instituto Geográfico Nacional se crea el 12 de septiembre de 1870 y, en principio, se dedica a elaborar el mapa topográfico de España. Lo primero que se hacía entonces era enviar unas brigadas que hacían una triangulación de toda la Península Ibérica, es decir, establecían una serie de puntos con coordenadas precisas que formaban una malla donde se podían apoyar con exactitud los instrumentos para tomar medidas. A partir de esa red se empezó a crear el mapa topográfico actual», explica Olegario Vaquero, director del Servicio Regional del Instituto Geográfico Nacional.
Las competencias en cartografía oficial de España las tiene el Instituto Geográfico Nacional. ¿Qué se denomina cartografía oficial? Por una parte está la básica, la que tiene una escala de 1:25.000 -un centímetro en el mapa son 25.000 centímetros o 250 metros en la realidad- y de 1:50.000 -un centímetro son 500 metros-, y, después, está la denominada cartografía derivada: los mapas provinciales (escala 1:200.000), los autonómicos, que según el tamaño del territorio varían en escala y que en el caso de Castilla y León es de 1:400.000; y, luego, el mapa nacional, tanto físico como político (1:1.250.000). «Se parte de la máxima precisión a la mínima», explica Olegario Vaquero.
«Después de esta cartografía básica, tenemos una temática, donde fusionamos la cartografía topográfica con algunos temas concretos, como el caso de la Montaña Palentina», comenta el director del Servicio Regional del Instituto Geográfico Nacional.
«Esa cartografía incluye temas diversos, naturaleza, senderismo, paisajes... En Palencia tiene mucho éxito la Montaña Palentina y, en Castilla y León, los Picos de Europa, el Lago de Sanabria, la Sierra de Guadarrama, la de Gredos y la Cordillera Cantábrica». 
 
¿Por qué seguir haciendo mapas en la era de ‘Google Maps’?
En tiempos en los que la tecnología nos brinda la oportunidad de tener mapas de todo el mundo en la palma de la mano gracias a nuestros teléfonos inteligentes, puede que haya quien se pregunte por qué seguir haciendo mapas. Olegario Vaquero, director del Servicio Regional del Instituto Geográfico Nacional, asegura que no solo es esencial tener una buena cartografía.
«Además, las leyes nos obligan también a ello», explica. El IGN es el organismo de referencia del Sistema Cartográfico Nacional, el cual está regulado por ley. Los Servicios Regionales son las unidades del IGN en las diferentes Comunidades Autónomas para disponer de un mejor conocimiento del territorio, desarrollar una acción más directa en la gestión de las infraestructuras científicas y técnicas, y acercar al ciudadano los productos y servicios tanto del IGN como del Centro Nacional de Información Geográfica.
El de Castilla y León tiene su sede en Valladolid -en la Delegación del Gobierno- pero consta de delegaciones en todas las provincias. La de Palencia está en el Edificio de Usos Múltiples de la avenida de Simón Nieto, 10. En el Servicio Regional trabajan 21 personas -tres de ellas en Palencia- y la mayoría cuenta con un perfil muy técnico:  especialistas cartográficos, topógrafos, delineantes, ingenieros... Su trabajo es tan importante que la ley obliga desde el pasado mes de diciembre a que todos los datos que recopilan sean públicos y, su uso, libre y gratuito. 
¿Por qué seguir haciendo mapas en la era de Google Maps? Porque sin el trabajo del IGN muchos Sistemas de Información Geográfica, entre ellos el de Cupertino -del que ING es su principal proveedor-, seguramente no existirían en España. 
Aunque es fácil suponer que el IGN se dedica exclusivamente a la confección de mapas, lo cierto es que tiene competencias en información sísmica, geodesia, gravimetría, volcanología, geomagnetismo, fotogrametría, teledetección y astronomía. Sí, astronomía. El Real Observatorio de Madrid, el Centro Astronómico de Yebes y la Estación de Observación de Calar Alto forman parte del Instituto Geográfico Nacional.