Los Mossos d’Esquadra han atribuido a un «error» involuntario que en uno de sus primeros informes sobre los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) indicaran que no tenían constancia de los antecedentes del imán de Ripoll (Gerona) y presunto cerebro de los ataques yihadistas, Abdelbaki Es Satty. Fuentes del Cuerpo explicaron ayer que, tras la explosión de Alcanar (Tarragona), los investigadores hallaron la documentación del religioso y sí conocieron su historial, pero que no lo hicieron constar por error, aunque lo comunicaron verbalmente al juez. 

Según publicaron dos diarios catalanes, el informe fue enviado a la Audiencia Nacional el 21 de agosto de 2017, cuatro días después de la masacre, sin incluir los antecedentes del clérigo por tráfico de drogas consistentes en una detención en octubre de 2010. Ya en cinco documentos posteriores, los Mossos sí hicieron constar este historial relacionado con delitos contra la salud pública, pero que no consta relación con el terrorismo. 

Un inspector y un subinspector, autores del escrito de 118 páginas, hicieron constar sobre Es Satty: «Sin registro de detenciones por ningún Cuerpo policial». Se trata de un documento de la Unidad Central de Información Exterior de los Mossos, contenido en el sumario de la causa. También detalla que los restos del terrorista fueron hallados en la casa de Alcanar tras la explosión de la noche del 16 de agosto, donde también encontraron su cartera con su documentación, así como varios billetes con destino a Bruselas. 

Sobre este asunto, el conseller del Interior, Miquel Buch, aseguró en una entrevista en una radio regional que no veía «normal» que no constaran los antecedentes del imán de  Ripoll y advirtió de que no se puede «ocultar» información a los Mossos d’Esquadra:«En las bases de datos figuran los antecedentes penales de todos. Lo normal sería que hubiese los datos, que parece ser que no existían. No deja de ser sorprendente».