Felinos a raya

Carlos H. Sanz
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La esterilización de 64 gatos permite controlar dos de las 15 colonias de estos animales que existen en la ciudad, y que generan problemas de salubridad y daños en los tejados

Felinos a raya - Foto: Eva Garrido

El Ayuntamiento avanza en la lucha contra las colonias incontroladas de gatos con la esterilización de 64 ejemplares en toda la ciudad, lo que le ha permitido librar a dos zonas de los felinos, la plaza de los Zurradores y en la calle Batalla de Tamarón, donde ya lucen placas en las que se puede leer «Colonia felina controlada».

El concejal de Medio Ambiente, Juan Antonio Marcos, asegura que en la actualidad hay 15 colonias identificadas en la ciudad, «diez de las cuales son especialmente complicadas, con una población densa».

«Esas 10 colonias tienen entre 15 y 20 gatos, pero hay que tener en cuenta que la población varía mucho y, lo más importante, que crece exponencialmente si no se controla», especifica Marcos. «Hay algunas que, incluso, no se podrían considerar colonias, pero también las vamos a tratar con el objetivo de que los gatos no se  reproduzcan y poder reducir su número, aunque es imposible acabar con todas. Lo importante es tener controladas las poblaciones», destaca el edil.

Felinos a rayaFelinos a raya - Foto: Eva GarridoNo es un problema tan fácil de abordar como se puede presuponer en un principio, sobre todo cuando el Ayuntamiento es fiel a la política de sacrificio cero. «Estamos utilizando la técnica de captura, esterilización y suelta. Primero se realiza la captura de los gatos y, a través de Scooby, la gestora de la protectora de animales, se llevan a Medina del Campo, que es donde ellos tienen el centro y tienen veterinarios capaces de realizar la operación de esterilización. Después los vuelven a soltar», especifica.

«Todo este trabajo se está haciendo a través de voluntarias, que son las que consiguen capturar los gatos con jaulas, los entregan a la protectora y también se encargan de apoyar alimentariamente a los animales que han sido esterilizados durante los primeros días, cuando son devueltos a la calle tras la operación», relata el responsable de Medio Ambiente.

«Tienen cuidado de que tengan alimento, pero siempre seco, y exclusivamente en zonas que no molesten o puedan servir de alimento a ratas o insectos», añade Juan Antonio Marcos, que explica que otra de las medidas que se ha impulsado desde la concejalía ha sido el control de los ciudadanos que suelen alimentar a estas colonias.

«Es otra de las cosas que intentamos evitar, sobre todo el hecho de depositar comida en la calle, especialmente cuando es fresca, porque se estropea y se pudre, lo crea un problema de salubridad al atraer roedores e insectos», comenta.

Daños. El control de estas colonias de gatos persigue acabar los problemas que originan las poblaciones descontroladas. «Generan muchas peleas territoriales, sobre todo entre los machos. Además, para defender esa territorialidad, marcan sus zonas con feromonas que desprenden un olor bastante desagradable. También ocasionan destrozos en tejados y generan ruidos», enumera Juan Antonio Marcos.

Sin embargo, los felinos también realizan una labor importante, sobre todo en el control de roedores en la ciudad. «Lo ideal sería hacer como los perros, entregarlos en adopción, pero al ser gatos callejeros, su comportamiento no es adecuado para que vivan en un hogar», destaca el edil.