Comienza la instalación del andamio para el arreglo del Cristo

Carlos H. Sanz
-

La estructura se adaptará al monumento para garantizar el acceso a todos los puntos

La empresa Valuarte Conservación del Patrimonio ha iniciado la instalación del andamio que permitirá la restauración del monumento palentinos por antonomasia, el Cristo del Otero de Victorio Macho.
Con ello comienzan oficialmente unas obras que se alargarán durante los próximos tres meses y que buscan solucionar el estado «sensiblemente regular» del monumento, dando una solución a los deterioros existentes, producto de pérdidas de material, desprendimientos de parte de sus elementos decorativos y de algún resto de graffiti. Daños que se extienden al cerro, con fisuras y grietas a las que también se dará solución.
El Ayuntamiento va a invertir 60.380 euros (IVA incluido) en esta actuación de choque, con el objetivo de reparar el monumento «en todos los aspectos». Actuación que, tal y como recogió este periódico en su día, es considerada «insuficiente» por el reconocido escultor y discípulo de Victorio Macho, Luis Alonso.
El tiempo dirá si la actuación que ahora comienza es o no suficiente para devolver el ornato al Cristo del Otero, pero lo cierto a día de hoy es que su recuperación ya está en marcha. El andamio  multidireccional que se ha comenzado a instalar se adaptará a todas las irregularidades del monumento, de tal forma que se pueda acceder a todos los puntos de la obra.
Primero se realizará un estudio previo a la intervención y, a continuación, se procederá a la limpieza general, desde la parte superior hasta los pies, para eliminar los restos biológicos y de pintura existentes.
El siguiente paso será fijar los fragmentos sueltos al monumento mediante resinas epoxi y se utilizará varilla de acero inoxidable y de fibra de vidrio en las teselas. En las grietas, tras la limpieza de restos orgánicos, se inyectará mortero hidráulico fluido.
Allí donde existan armaduras vistas, es decir, donde se vea el armazón de hierro de monumento, se cepillará la corrosión y se aplicará un convertidor de óxido para, a posteriori, reponer los fragmentos adecuados.
Finalmente, se retirarán los restos de los pararrayos existentes y se instalará uno nuevo que cumpla la normativa actual.