Pioneras de la política

Domingo García Ramos
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Pioneras de la política

La incorporación de la mujer en las Instituciones políticas es un acontecimiento reciente. Si lograr el derecho al voto supuso un largo recorrido lleno de dificultades, que no se consiguió en España hasta las elecciones de noviembre de 1933, más complicado resultó el acceso a los cargos públicos, sobre todo en una sociedad que tenía muy claro el papel reservado a la mujer, reducido al ámbito confesional (Acción Católica, asociaciones de caridad…).

Si bien la presencia de la mujer en las instituciones es hoy una destacada realidad, no lo fue así en el pasado. Hasta 1937 no hubo representación femenina alguna en las principales instituciones palentinas ni en cargos de representación nacional. Durante el franquismo la escasa participación política de la mujer solo se pudo desarrollar a través de la Sección Femenina, rama de Falange que agrupaba a las militantes del partido, bajo la dirección de Pilar Primo de Rivera, hermana del fundador.

Precisamente de Sección Femenina procede la primera mujer que entra como concejala en el Ayuntamiento de la capital, Isabel Méndez Domínguez, funcionaria de la Delegación de Hacienda. Tomó posesión el 25 de noviembre de 1937, coincidiendo con la renovación de la Comisión gestora con Eladio Martín Mateo como alcalde. Tras dos años como concejala, cesa en noviembre de 1939 al serle concedido el traslado a la Delegación de Hacienda de Madrid, donde residía su familia.

Tres años más tarde, el 23 de octubre de 1942, coincidiendo con una nueva renovación de la gestora presidida por Severino Rodríguez Salcedo, se designa edil a Mónica Plaza de Prado, dirigente de Sección Femenina como regidora de la Hermandad de la Ciudad y el Campo.

En relación con esta concejala, el periodista Pedro Miguel Barreda cuenta la anécdota de que con motivo de la Nochevieja, la Corporación acudió a una misa en la Catedral y el maestro de ceremonias trató de impedirle la entrada en el coro alegando que estaba prohibido el acceso a mujeres. El resto de concejales se enfrentó al cabildo, que no tuvo más remedio que ceder.

Mónica Plaza, nacida en Cervera de Pisuerga en 1915, permaneció como concejala hasta abril de 1947. En 1950 se trasladó a Madrid para desempeñar el cargo de regidora central de Trabajo en la Delegación Nacional de Sección Femenina.

Ella fue la mujer palentina que alcanzó el mayor protagonismo político durante el franquismo, ocupando importantes cargos en la Sección Femenina y otras instituciones. En 1967 volvió a la escena política provincial para ser elegida consejera nacional (y, por tanto, también procuradora en Cortes) representando a Palencia.

El Diario Palentino la felicitó destacando el «brillante triunfo conseguido, más meritorio por cuanto no le es fácil todavía entre nosotros a la mujer acceder a determinados puestos públicos reservados en la práctica para los hombres».

Cuatro años más tarde fue reelegida por abrumadora mayoría para el mismo puesto, permaneciendo en él hasta la celebración de las primeras elecciones democráticas de junio de 1977, en las que se presentó sin éxito como candidata al Senado por Alianza Popular. Su actuación en las Cortes se caracterizó por la defensa de los asuntos que afectaban a la mujer, especialmente en el ámbito laboral.

Década de los 70. En la Administración Local, a partir de 1948, se celebraron comicios municipales para la elección de los concejales. Un tercio de ellos era elegido por los llamados cabezas de familia, entre los que se incluía a las viudas y solteras mayores de edad con vivienda exclusiva o compartida a su cargo, que venían a representar poco más del 10 por ciento del censo de mayores de 21 años.

A partir de 1970, se extendió la capacidad para elegir y ser elegida concejala a las mujeres casadas, lo que amplió notablemente el censo electoral, aunque sin alcanzar el sufragio universal. En las elecciones municipales de ese año se incluían dos candidatas: María de los Ángeles Díaz Álvarez, maestra nacional y exdelegada provincial de la Sección Femenina; y Margarita Ortega González, locutora en la emisora de radio local y también vinculada a la Sección Femenina.

María de los Ángeles Díaz, aunque no resultó elegida, quedó en un meritorio tercer lugar entre los 15 candidatos presentados. Al parecer, el gobernador civil había tenido un gran interés en que hubiera resultado elegida.

En las siguientes elecciones municipales de 1973 no aparecen mujeres en las candidaturas. Sin embargo, logró entrar de nuevo una mujer en el Ayuntamiento de la capital. María del Carmen Palau Sopena, funcionaria de Sección Femenina, accedió por el tercio de entidades, tomando posesión, junto a los nuevos concejales, el 3 de febrero de 1974.

Nacida en Monzón de Río Cinca (Huesca) en 1939, estudió en el Instituto Jorge Manrique de Palencia. Permaneció en el Ayuntamiento como edil hasta las elecciones municipales de abril de 1979.

Si miramos más allá de las fronteras de la capital, la primera concejala de la provincia fue Isaura Torres González, quien accedió en 1970 al Ayuntamiento de Saldaña tras ser elegida por el tercio familiar.

Hija del conocido dulzainero Julián Torres, permaneció en el cargo hasta 1979. Años después recordaría el sentimiento de responsabilidad que sintió tras conocer los resultados de la votación.

diputada. Más tiempo tardaría en acceder una mujer a la Diputación Provincial. La primera diputada -«primer diputado femenino», se decía entonces- fue María Socorro Ortega Herreros, alcaldesa de Requena de Campos, que entró en la Corporación Provincial en marzo de 1976 en representación del partido judicial de Carrión de los Condes.

Era, desde septiembre de 1973, la primera y única alcaldesa de la provincia, cargo al que accedió con 31 años. En 1983, Requena de Campos alcanzó notoriedad -Donde mandan las mujeres, tituló un periódico de tirada nacional- al contar con la única Corporación Municipal de España constituida íntegramente por mujeres, entre las que se encontraba ahora como edil Socorro Ortega.

La democracia. La llegada de la Democracia no supuso, en principio, grandes cambios en cuanto a la incorporación de la mujer en las Instituciones locales. Una vez celebradas las elecciones municipales de abril de 1979, en la Corporación de la capital solo se contaban cuatro mujeres de un total de 25 concejales. Eran Luisa Fernanda Martínez Cuadrado, Valentina Calleja González y Ascensión Saldón Nieto -las tres por UCD-, y Rosina Fernández Cardo -por el PSOE-, y ninguna formaba parte de la comisión permanente. Procedían principalmente del asociacionismo de amas de casas y de consumidores y del incipiente movimiento vecinal.

Al constituirse, a finales de abril, la Diputación Provincial solo contaría con una diputada de un total de 24 miembros: Luisa Fernanda Martínez Cuadrado, también munícipe en el Ayuntamiento de Palencia.

Podría pensarse que, a partir de ese momento, se abriría más el acceso a las mujeres. Sin embargo, en las siguientes elecciones municipales de 1987 solo fueron elegidas dos mujeres: María del Pilar Sevilla Díez (AP) y María del Pilar Rasillo Rodríguez (PSOE). La Diputación Provincial, por otro lado, dejó de contar con presencia femenina.

Tras las elecciones generales de octubre de 1982, en diciembre fue nombrada gobernadora civil de Palencia Rosa de Lima Manzano, primera mujer en España en ostentar este cargo, que desempeñó hasta noviembre de 1987.

procuradoras. En otros cargos representativos, la llegada de la mujer también tardó en producirse. Una excepción sería Aurora Merchán Martín (PSOE), que tomó posesión como procuradora en las Cortes de Castilla y León en diciembre de 1983 para cubrir la renuncia de José Maiso González. Merchán era una de las tres mujeres que entonces se sentaban en el hemiciclo del Castillo de Fuensaldaña junto a 81 hombres.

Natural de una pequeña localidad toledana, esta maestra afincada en Alar del Rey (donde ya era concejala desde 1979) recuerda que como entonces no tenía carnet de conducir, y en aquel tiempo no existían los coches oficiales ni había dinero para taxis, más de una vez le tocó ir a las Cortes haciendo autoestop. Años más tarde entre 1999 y 2011 fue edil en el Ayuntamiento de la capital.

Ya no hubo más procuradoras hasta 1995 con la entrada de Mª. Valentina Calleja González (PP) y Begoña Núñez Díez (PSOE). Desde entonces, la presencia de la mujer en las Cortes ha sido constante, llegando a contar en 2007, tras la renuncia de José María Crespo, con cinco de un total de siete procuradoras. Representaron a Palencia, además de las dos mencionadas, Ángeles Armisén Pedrejón, Rosa Cuesta Cófreces, Carmen Fernández Caballero, María Sirina Martín Cabría y María Luz Martínez Seijo.

Cortes Generales. En cuanto a las Cortes Generales, la primera mujer que accedió al Senado representando a Palencia fue Celinda Sánchez García en 1993. Cuatro años más tarde pasaría al Congreso como diputada por Palencia, cargo en el que se mantiene en la actualidad, sin que haya habido más representantes palentinas.

Sí ha sido mayor el número de senadoras. Desde el año 2000 han ocupado escaño en el Senado, Cristina Tejedor Utrilla, Carmen González Lahidalga, María José de la Fuente Fombellida y Miriam Andrés Prieto, llegando en la actualidad a contar con tres representantes (Ángeles Armisén, Marta Domínguez y Mirián Andrés) de un total de cuatro senadores.

Hoy en día, favorecida por listas paritarias y candidaturas cremallera, la presencia de la mujer en las instituciones puede decirse que está normalizada, pero el proceso no ha sido tan fácil como pudiera suponerse. Baste recordar que si bien en la actualidad hay 137 diputadas (158 en la anterior legislatura), en 1977 solo había 21 mujeres en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo.