La presidenta del Instituto de Medicina Legal de Palencia, Salamanca y Valladolid,  Victoria García Santos, señaló ayer que en el último accidente con múltiples víctimas mortales en la capital palentina (explosión de Gaspar Arroyo), se trabajó sin interferencias, con diligencia y rapidez. Sin embargo, como apuntó, no es lo mismo un caso como aquel, con nueve víctimas mortales, que uno con 200, como podrían ser «los atentados del 11-M de Madrid, el del avión de Spanair, o el más reciente de tren en Santiago de Compostela».

Por eso, y ante un eventual siniestro de tal magnitud, el Instituto Legal de las provincias de Palencia, Salamanca y Valladolid ha elaborado un protocolo, una guía, en la que se fijan los pasos a dar en esos momentos de caos y desesperación.

Y se lo ha presentado a las Administraciones competentes y a las Fuerzas de Seguridad del Estado con el objetivo de que lo conozcan y «se mejore la coordinación, la dotación y la utilización de los recursos disponibles», indicó García Santos.

En la provincia de Palencia ya existía un documento similar. No en el resto de provincias donde este Instituto tiene competencias (Salamanca y Valladolid). Sin embargo, este nuevo protocolo es  «cumplimentador del que se había redactado en 2007, tras el siniestro de Gaspar Arroyo», explicó. 

Además se presentará e implantará en las tres provincias, con el fin de tener preparada una respuesta a la aparición de un accidente de gran envergadura, considerándolo así a partir de las  10 víctimas mortales. En cada provincia, tendrá sus peculiaridades.

 

Espacio de trabajo. Entre las principales reclamaciones que se apuntan en este protocolo está la necesidad de que los médicos forenses cuenten con un espacio adecuado para desarrollar su trabajo. Acorde a la magnitud de la tragedia. No por su comodidad, sino porque de esta forma se aligeran las actuaciones. «Es necesario un lugar donde trabajar, un depósito, de fácil acceso. Para los forenses, pero también para que los familiares puedan acercarse a identificar y reclamar sus víctimas», señaló la presidenta del Instituto de Medicina Legal.

En el caso de Palencia se fijó que ese lugar sería el Pabellón Marta Domínguez de la capital. Allí se instalaría el depósito pero también una oficina judicial «para no tener que llevar y traer a los familiares hasta el Juzgado», aclaró el comisario jefe de la Policía Nacional en Palencia, Julián Cuadrado.

También en las inmediaciones, pero no en el mismo pabellón, se ubicaría una oficina para los psicólogos de la Junta. «Se evita así el impacto directo de estar en el mismo espacio que los cuerpos». 

Durante la reunión se planteó la duda de qué ocurriría si la tragedia tenía lugar en la zona norte de Palencia y se acordó que, salvo caso de fuerza mayor, se centralizaría todo en la capital, debido a que es donde se encuentra la mayoría de los servicios.

Como complemento a este protocolo, próximamente se llevará a cabo una reunión funcional, en la que además se redactará un catálogo de los recursos disponibles en Palencia (de las Administraciones y privados) y de los teléfonos a los que remitirse ante cada necesidad.