Ojo a los ciclistas

O. H.
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Los adelantamientos indebidos son, junto con el exceso de velocidad la principal causa de muertes en las carreteras convencionales. Sin embargo, como reconoce el capitán de Tráfico de Palencia, José Antonio Gutiérrez, son complicados de detectar puesto que se dan en un momento, un instante. No ocurre como con el exceso de velocidad o el uso del teléfono que suelen ser algo más prolongados. Con los adelantamientos, la patrulla tiene que estar en el momento preciso en el lugar indicado. Pero estas conductas están vinculadas a muchos accidentes en estas carreteras, y sobre todo a los choques. 
Actitudes al volante que ponen en peligro a otros conductores o a los más débiles de la carretera: los ciclistas, que tienen en las carreteras convencionales sus rutas.
Por eso, desde la Jefatura Provincial de Tráfico recuerdan que la normativa obliga a los conductores a adelantar a los ciclistas dejando un margen mínimo de 1,5 metros; incluso habiendo línea continua. 
Una señal horizontal que «pueden rebasar los conductores para adelantar a los ciclistas y dejar ese metro y medio», ocupando parte del carril contrario, siempre que haya visibilidad suficiente y no vengan vehículos de frente, como subraya Fernando Alonso, responsable de la Jefatura Provincial de Tráfico.  
El objeto es evitar, en la medida de lo posible, el entorpecimiento de la circulación que provocaría riesgo de accidentes por alcance al quedarse atrapado un turismo entre el ciclista y la linea continua. Obviamente, en caso de que no se cumplan las condiciones de seguridad, no podrá atravesarse la línea.
Además, no sólo hay que tener en cuenta a los ciclistas que circulan en el mismo sentido, sino también a los que van por el otra carril, considerándolos un vehículo como tal, no pudiendo adelantar  a cualquier otro automóvil si por el lado contrario (incluido arcén) circula un ciclista y se entorpezca su avance o se ponga en peligro su integridad. En caso contrario, el conductor debe abstenerse de realizar el adelantamiento.