Tras perderse la primera carrera del año, Fernando Alonso (McLaren) debutará este fin de semana en la temporada de 2015 de Fórmula Uno y promete robar algunos focos a la lucha por la victoria entre los dos Mercedes en el Gran Premio de Malasia. Y es que todo el mundo da por sentado que el británico Lewis Hamilton y el alemán Nico Rosberg serán los únicos pilotos capaces de luchar por el triunfo en Sepang, el circuito más exigente de la campaña desde el punto de vista físico por la humedad y las altas temperaturas.

Pese al dominio del equipo germano, todos esperan también que McLaren dé un paso al frente con el regreso del bicampeón español, que aprobó ayer el examen médico de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) tras perderse el Gran Premio de Australia por precaución.

El asturiano sufrió una conmoción cerebral el 22 de febrero tras un fuerte accidente en los entrenamientos de Barcelona. Y aunque ya pasó más de un mes del suceso, el misterio sobre las causas de aquel choque continúa. Sin embargo, Alonso quiso arrojar un poco de luz en la rueda de prensa previa al Gran Premio, y aseguró que se le bloqueó la dirección. «Tuvimos un problema en la dirección, se quedó bloqueada hacia la derecha y aún no sabemos por qué. No fue un impacto muy grande, pero el ángulo desafortunado hizo que fuese severo. Está claro que hubo un problema en el coche, pero todavía no lo hemos encontrado en los datos. No hay respuesta clara, pero el equipo sigue buscándola y les respaldo plenamente», desveló.

 De esta forma, el bicampeón mundial desmintió la versión de McLaren, que reiteró durante los días siguientes al accidente que el fuerte viento había sido el causante del choque. «Ni un huracán movería el coche a esa velocidad», aclaró Alonso, explicando que «si tuvieras algún problema de salud, otra de las hipótesis, o perdieras la consciencia te estrellarías recto contra el muro».

Asimismo, negó haber sufrido una amnesia parcial tras el impacto:  «No me levanté en el año 1995, ni hablando en italiano. Recuerdo todo lo que pasó en el accidente y también el día siguiente», resaltó.

En el plano deportivo no está muy tranquilo el español, que vio cómo su compañero Jenson Button terminaba último entre los que acabaron la carrera hace dos semanas en Australia.

Al igual que en 2014, los Mercedes volvieron a ser los más rápidos en Melbourne hace dos semanas. Y no se espera nada diferente para Sepang. Hamilton, actual campeón del mundo y ganador en Australia, intentará minar la confianza de un Rosberg que quiere revancha.

Nadie parece capaz, al menos a estas alturas de temporada, de competir con la escudería germana. De hecho, Ferrari festejó hace dos semanas el tercer puesto del alemán Sebastian Vettel como una victoria, pero el cuatro veces campeón del mundo es consciente de la distancia que hay actualmente entre las ‘flechas de plata’ y el resto.

 Muy cerca finalizó Felipe Massa, confirmando que Williams se postula como el principal rival de la ‘Scuderia’ en esta pelea ‘mortal’ por debajo de Mercedes, ya que Red Bull no logró rendir al nivel esperado y Daniel Ricciardo concluyó sexto y muy distanciado.  Además,  el bloque británico recuperará al finlandés Valtteri Bottas, ausente en la carrera inicial del Mundial tras sufrir un problema en la espalda durante la clasificación.

  Además del retorno de Alonso, la afición española cuenta con nuevos alicientes en las figuras de Carlos Sainz (Toro Rosso), que protagonizó un agridulce estreno en Melbourne, donde puntuó, pese a perder medio minuto por un error de sus mecánicos durante una parada en ‘boxes’, y de Roberto Merhi (Manor), que espera debutar tras los problemas técnicos que impidieron su participación en la primera prueba del año.