Diez años de prisión para un hombre por violación continuada a su sobrina

ALBERTO ABASCAL
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El acusado, de 63 años, cometió los hechos en su vivienda que servía de punto de encuentro para el régimen de visitas de sus padres divorciados

La Audiencia Provincial ha condenado a P.V.R., un palentino de 63 años, a la pena de 10 años de prisión como autor de un delito continuado de violación a una menor, sobrina segunda suya y de 15 años en el momento de los hechos,  que fueron cometidos entre los meses de enero y marzo de 2012 en su vivienda, que servía de punto de encuentro para que sus padres separados pudieran cumplir el régimen de visitas de fines de semana establecido por un Juzgado de Palencia.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Diario Palentino y que es recurrible en casación ante el Tribunal Supremo, establece la prohibición al acusado de acercarse a la víctima por un espacio de 15 años y que la indemnice con 10.000 euros por los perjuicios morales y psicológicos sufridos.

La sentencia, por su parte, establece la absolución de P.V.R. del delito continuado de amenazas del que también había sido acusado.

De hecho, la Sala argumenta en su resolución que las amenazas proferidas a la víctima ya están contenidas por sí mismas en el tipo delictivo por el que ha sido condenado el acusado.

La defensa del condenado ejercida por Carlos Lamalfa y Gabriel Ruiz ha anunciado a Efe su intención de recurrir esta sentencia en casación ante el Tribunal Supremo, al considerar que «no tiene ningún sentido porque no hay pruebas condenatorias y las que hay son contrarias a lo que afirma la víctima».

Cabe recordar que el fiscal pedía una pena global de 75 años de cárcel para P.V.R. como presunto autor de seis delitos de agresión sexual y otros seis de amenazas a una menor, cometidos entre enero y marzo de 2012 en su vivienda cuando la menor tenía 15 años. Sin embargo, la Sala sostiene que estamos en una tipificación de violación continuada.

AGRESIONES EN LA VIVIENDA. El Alto Tribunal de la provincia considera probado que las agresiones se cometieron en la vivienda del acusado, que servía de punto de encuentro para que la adolescente cumpliera con el régimen de visitas impuesto por un Juzgado de Palencia ya que sus padres estaban divorciados.

El padre de la menor, que tenía su custodia, llevaba un viernes cada 15 días a su hija a la vivienda del acusado, donde la recogía su madre para pasar con ella el fin de semana. Sin embargo la madre, al no poder ir a recoger a su hija, permitió que el acusado se la llevara a su casa, con lo que la menor permanecía con P.V.R. entre una hora y media y dos horas.

Un tiempo en el que, según la sentencia, se producían las agresiones sexuales a la menor bajo la amenaza de matarla si decía algo. El Tribunal declara probados «seis actos de naturaleza sexual, seis penetraciones anales, siempre por la fuerza y contra su voluntad» que se produjeron entre el 6 de enero y el 17 de marzo de 2012.

La Sala pone el acento en el hecho de que había consumido seis pastillas de viagra con la intención de mantener relaciones sexuales, justo el mismo número de agresiones sexuales sufridas por la víctima.

El fiscal y la acusación particular, ejercida por el abogado palentino Enrique Carasa, pedían una pena de 12 años por cada uno de los delitos de agresión sexual y seis meses por cada uno de los delitos de amenazas; y subsidiariamente por el delito continuado de agresión sexual 18 años y 9 meses de prisión y por el delito continuado de amenazas de 30 meses de cárcel.