A más de 80.000 euros ha ascendido la factura que el Ayuntamiento ha pagado por el conflicto fiscal que ha mantenido con la empresa Nammo desde 2016 por la inspección del Impuesto de Actividades Económicas. Concretamente, 80.840 euros que se suman a los 904.736,72 euros que ha tenido que devolver a la fábrica de armas porque fueron cobrados de forma indebida.

Para entender este conflicto hay que remontarse al primer mandato de Alfonso Polanco como alcalde, cuando solicitó al Gobierno la delegación de las competencias de inspección del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), que en 2013 externalizó con la empresa Noroeste Local.

Tras dos años de trabajo, la firma presentó una propuesta de actualización del recibo de varias empresas de la ciudad que, en su opinión, pagaban menos IAE del que debían. Una de ellas era Nammo, que en febrero de 2016, suscribió acta de disconformidad con el resultado de la inspección.

Sin ahondar en detalles técnicos, Noreste Local y, por lo tanto, el Ayuntamiento, entendían que Nammo debía estar bajo el epígrafe de fabricación de explosivos y municiones bélicas y pagar en consecuencia, en vez de en cuatro distintos (forja, tratamiento de metales, fabricación de útiles y fabricación de explosivos).

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