La pasarela sobre el ferrocarril entre los barrios de San Antonio y el Ave María y la supresión del paso a nivel de Los Tres Pasos capitalizaron ayer buena parte de la celebración, siempre reivindicativa, del Día del Vecino organizado por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Palencia (Favpa).

«Se trata del tema más controvertido de cuantos hay ahora mismo en la ciudad a nivel vecinal», señaló Óscar Martín, presidente de la Federación y para quien esta vigesimoquinta edición era su primera al frente del colectivo.

«No podemos entender por qué se cierra ese paso cuando los trenes no creo que vayan a pasar a más de 155 km/h. Además con el cierre del paso, se ponen complicaciones al tráfico y a muchas personas que lo utilizan», señalaba Martín apenas unos minutos antes de que se hiciera publico que el paso se cerrará la próxima madrugada.

Martín admitió que aunque las reivindicaciones vecinales «han podido cambiar» en estos años -«pero no todas, ahí tenemos el soterramiento»-, el espíritu de las reclamaciones de las asociaciones de vecinos «es el mismo de entonces».

Junto al Auditorio del Salón, la Favpa colocó varias casetas e invitó a todas las asociaciones de vecinos de la ciudad «dentro y fuera de la Federación». Sin embargo, destacaban las pancartas de «No a la pasarela» o la que pedía a Adif que no cree más muros en la ciudad, en referencia al paso superior, firmados por la Plataforma Ciudadana. Se recogían también firmas contra el proyecto.

Por allí pasaron representantes de los Grupos Municipales y también el alcalde, Alfonso Polanco, quien recibió in situ las peticiones de las asociaciones de vecinos. «Es un acto de reconocimiento a todos los que defienden los intereses de la ciudad y los vecinos. Lo cierto es que estamos en el mismo camino. Somos como ellos, porque todos pretendemos lo mejor para la ciudad». La Favpa dio cabida también a otros colectivos como STOP desahucios y la PAH y, como en años anteriores, colocó una especie de muro de las lamentaciones en el que se exponían fotos-denuncia sobre el estado de algunos barrios de la ciudad. 

La jornada se completó con un taller de radio, el reparto de tapas de sardinillas y chorizo, una paellada solidaria para casi un centenar de personas (tres euros la ración destinados a Acremif) y, por la tarde, bailes regionales  y animación infantil.