La Pila Bautismal de Cillamayor regresa a casa medio siglo después

Andrea Benito
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Esta joya del románico fue vendida hace más de cincuenta años a la familia Fontaneda, pero gracias a un acuerdo de colaboración público-privada, ha vuelto a su lugar de origen

Imagen del público que se congregó ayer en la Igleisa de Santa María la Real de Cillamayor. - Foto: A. Benito

Tras más de cincuenta años en el exilio, ayer la pila bautismal de la Iglesia de Santa María La Real de Cillamayor, pudo por fin volver a casa por navidad. Y es que, en estas fechas en las que el mes de diciembre y el fin de año están cada vez más cerca, parece imposible no hacer referencia al popular anuncio de televisión y a esa pegadiza musiquilla que todos hemos tarareado en alguna ocasión para hablar del retorno de la pila a su hogar.

Según han expresado desde la Institución Regional, el regreso de esta valiosa pieza medieval «ha sido posible gracias a un acuerdo múltiple, ejemplo de la línea emprendida por la Consejería de Cultura y Turismo, de promover la concertación interinstitucional y la colaboración público-privada como estrategia básica de actuación».

En este caso, el acuerdo ha sido verificado por la Consejería de Hacienda, que aprobó y supervisó la utilización de la figura legal prevista en la Ley de Patrimonio -la dación en especie- para hace frente de este modo a un deber tributario; por los particulares afectados que poseían actualmente la pila, la familia Fontaneda; y por la diócesis de Palencia, que ha aceptado el depósito de la pieza en su templo original, aunque a partir de ahora ésta será de titularidad pública y pertenecerá al Museo Provincial de Palencia.

Así, en el acto -que se celebró en torno a las 17,30 horas- estuvieron presentes, además de numerosos vecinos de la localidad, el director general de Tributos y Financiación Autonómica, José Agustín Manzano; el director general de Patrimonio Cultural, Enrique Sáiz; el delegado territorial de la Junta, Luis Domingo González; el presidente de la Junta Vecinal de Cillamayor, José María Roldán; el responsable de comunicación del Obispado de Palencia; uno de los párrocos de la comarca de Aguilar; el alcalde de Barruelo, Alejandro Lamalfa; y varios representantes de la familia Fontaneda, propietarios hasta el momento de la pieza románica.

Todos ellos coincidieron en señalar su satisfacción por volver a ver la pila en su lugar de origen. «Hoy es un día de alegría para todos los vecinos de la localidad, puesto que han recuperado una valiosa y bella pieza que ha estado fuera mucho tiempo. Esto ha sido posible gracias a la coordinación de los distintos organismos implicados, así que, estamos de enhorabuena», indicó Enrique Sáiz.

En la misma línea se expresaron José Agustín Manzano, el responsable de comunicación del Obispado -que expresó su deseo de que pronto se pueda bautizar a algún pequeño- y los miembros de la familia Fontaneda, que mostraron su agrado con el regreso de la pieza y, por ende, su satisfacción por «haber podido colaborar en las labores de conservación del patrimonio de la provincia».

PLAN ROMÁNICO NORTE. Es importante señalar que con esta atuación se completa el proyecto de intervención en la Iglesia de Santa María la Real de Cillamayor, enmarcado en el Plan Románico Norte, un programa promovido por la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, con la colaboración de la FSMR, y de las Diócesis de Palencia y Burgos y cuyo objetivo es la restauración integral del patrimonio. La rehabilitación de la Iglesia se llevó a cabo entre los años 2005 y 2006 y contó con un presupuesto total de 316.353 euros. En 2008 se puso en valor el entorno y se sacó a la luz la imponente portada de labra románica. Ahora, con el regreso de la pila, el templo vuelve a lucir su mejor cara por fuera y también por dentro.