El delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Luis Domingo González, presentó ayer un nuevo proyecto de rehabilitación patrimonial, impulsado por la Consejería de Cultura y Turismo, con el que se pretende acometer una serie de actuaciones en seis monumentos de la provincia.

La intervención, que cuenta con una financiación de 200.000 euros, irá destinada a la restauración de las cubiertas de la iglesia de Santa María, en Becerril del Carpio; el tratamiento de humedades y reparación del pavimento de la iglesia del monasterio de San Zoilo, en Carrión de los Condes; la restauración de los contrafuertes de la iglesia de Santa María del Castillo, en Cervera de Pisuerga; la consolidación de bóvedas, arcos y pilar de la zona del crucero en la iglesia de Santa Columba, en Villamediana; la restauración del rollo de justicia en Itero de la Vega; y por último, la reforma de las vidrieras de la iglesia de Santa Eufemia, en la localidad de Autillo de Campos.

El representante regional se refirió a la obligación que tienen las distintas administraciones de mantener el patrimonio histórico y artístico en correcto estado de conservación, «tanto para que puedan continuar desempeñando su función originaria, como para trasladar a las generaciones futuras los bienes heredados».

Fidelidad. La arquitecta del servicio territorial, Elena García, detalló de forma pormenorizada las deficiencias técnicas que presentan cada uno de los inmuebles y recordó que, la puesta en valor de los monumentos, no implicará «en ningún caso» una transformación de su forma original.

Por último, el subdelegado diocesano de Patrimonio, Antonio Rubio, mostró su agradecimiento a la Junta por todo el esfuerzo llevado a cabo para conservar «debidamente tantos monumentos y tan necesitados». Para Rubio, una de las intervenciones que «más le agrada» es la que se va a llevar a cabo en Becerril del Carpio, donde se va a recuperar la espadaña, «su elemento más significativo». Asimismo destacó la actuación en las vidrieras de la iglesia de Autillo, donde se pondrá «la guinda» después de que se haya procedido a pintar todo el templo.