El Lizarte navarro, uno de los equipos más potentes del ciclismo amateur español, cantera de grandes ciclistas que brillaron en profesionales, ha anunciado el fichaje del ciclista aguilarense Marcos Rojo.

Nacido en 1993, aterriza en la formación navarra con el objetivo de terminar de consolidar la ascendente línea de este año, tras los dos anteriores perseguido por graves lesiones. Protagonista en el Nacional de Ponferrada como integrante de la escapada que terminaría llegando a meta, su notable último tercio de campaña (en el top-20 en las generales de las vueltas a Cantabria y Galicia; 8º en Bermeo) le ha guiado a un sitio en el conjunto rosa. «Empecé un poco flojo el año porque me faltaba rodaje tras las lesiones, pero al final he podido hacer más de cincuenta días de competición y con ganas de más», indica el aguilarense. «Para mí, Lizarte siempre ha sido un referente por calendario, combatividad y nivel de los corredores y desde el primer año me hubiera gustado tener la posibilidad de venir aquí». Aunque mide 1’87 m., se considera escalador: «Por mi estatura la gente se piensa que soy rodador, pero mi terreno es la montaña».

 Manolo Azcona, director general del cuadro navarro, expone que la incorporación de Rojo surge «por la necesidad de contar con algún sub’23 con un poco más de recorrido que libere de responsabilidad a los jóvenes de primer o segundo año. Su nivel en las vueltas y en el mes de septiembre es lo que nos ha animado a traerlo. Es un hombre alto, muy fino, que va bien para arriba en puertos como los que hay en el País Vasco y que se defiende en el llano. Puede tener margen de subir uno o dos peldaños con nosotros». Marcos Rojo corrió la Vuelta a Palencia en calidad de cedido en el Froiz».