La ‘generación de oro’ del fútbol belga dio ayer en Kazán muestras de todo su potencial y derrotó a Brasil, toda una pentacampeona del mundo, por 1-2 y avanzó con paso firme a semifinales del Mundial.
En una exhibición de poderío ofensivo, con Hazard, De Bruyne y Lukaku al mando, el equipo del español Roberto Martínez se impuso a la máxima favorita al título y se jugará el pase a la final contra sus vecinos franceses.
La batalla táctica de los entrenadores cayó del lado de Martínez, cuestionado por muchos a su llegada al país y venerado ahora tras dejar en la cuneta a la Canarinha y meter a los ‘Diablos Rojos’ entre los cuatro mejores del mundo por segunda vez en su historia -Bélgica fue cuarta en México 1986-.